Decenas de manifestantes enfadados por el empeoramiento de las condiciones económicas en Siria asaltaron y saquearon el domingo la oficina del gobernador en la ciudad sureña de Sweida, enfrentándose a la policía, según las autoridades y los testigos.
Anteriormente, más de 200 personas se habían reunido en torno al edificio en el centro de la ciudad de mayoría drusa, coreando consignas que pedían el derrocamiento del presidente sirio Bashar Assad, dijeron, en medio de la espiral de precios y las dificultades económicas.
“Abajo Assad”, coreaba la multitud. Las protestas antigubernamentales en las zonas controladas por el Estado en Siria no se toleran y son poco frecuentes.
Declaraciones del gobierno
Los medios de comunicación estatales sirios dijeron que decenas de “forajidos” asaltaron la oficina del gobernador y quemaron archivos y documentos oficiales.
El Ministerio del Interior dijo que también habían intentado tomar la sede de la policía de la ciudad, y que un policía murió en los enfrentamientos posteriores.
“Perseguiremos a todos los forajidos y tomaremos todas las medidas legales contra cualquiera que se atreva a socavar la seguridad y la estabilidad de la provincia”, decía el comunicado del gobierno.
Testimonios de testigos
Tres testigos declararon a Reuters que el gobernador no se encontraba en el edificio, que fue desalojado antes de que los manifestantes asaltaran y saquearan las oficinas.
“La oficina del gobernador fue quemada por completo desde el interior”, dijo Rayan Maarouf, un activista cívico y editor de Suwayda 24, un sitio web local que cubre la región del sur, quien dijo que varias personas resultaron heridas en el intercambio de disparos.
“Hubo un fuerte tiroteo”, dijo Maarouf a Reuters, afirmando que no estaba claro de dónde procedían los disparos en la zona fuertemente vigilada.
Una fuente del hospital de la ciudad dijo que un civil que estaba siendo atendido había muerto a causa de las heridas de bala, mientras que otro seguía en el hospital tras recibir un disparo.
Raros disturbios en la provincia drusa
La provincia de Sweida se ha librado de la violencia observada en otras partes de Siria desde el inicio del conflicto, que dura más de una década y que comenzó después de que las protestas prodemocráticas contra el gobierno de la familia de Assad fueran violentamente aplastadas por las fuerzas de seguridad.
La minoritaria secta drusa, cuya fe tiene sus raíces en el islam, se ha resistido durante mucho tiempo a verse involucrada en el conflicto sirio que enfrenta a los rebeldes, principalmente suníes, con el gobierno de Assad.
Muchos líderes de la comunidad y altos dirigentes religiosos drusos se han negado a sancionar el alistamiento en el ejército.
Siria se encuentra sumida en una profunda crisis económica en la que la mayoría de la población, tras un devastador conflicto que mató a cientos de miles de personas y desplazó a millones, tiene dificultades para comprar alimentos y productos básicos.
Testigos en Sweida dijeron a Reuters que, una vez dentro del edificio, los manifestantes derribaron fotos de Assad.