Una nueva base de drones iraníes cerca de la ciudad de Abu Kamal, en el este de Siria, fue destruida en la madrugada del sábado 21 de diciembre, en el cuarto ataque no identificado de este mes en esta parte de Siria. Fuentes militares de DEBKAfile informan que el objetivo era el aeropuerto de Hamadan, que estaba abandonado hasta hace poco. Las fuerzas iraníes entraron, realizaron reparaciones y últimamente instalaron drones con equipos operativos allí para los ataques al norte de Israel. En la madrugada del sábado, esa instalación fue arrasada antes de que empezara a funcionar.
Fuentes militares de DEBKAfile informaron de otro acontecimiento importante que acaba de ocurrir. Al final de la semana, un contingente militar saudita aterrizó por primera vez en los yacimientos petrolíferos sirios en otra parte del este de Siria, la región de Deir Ez-Zour. Las tropas saudíes tomaron posiciones alrededor del campo petrolero de Omar, el más grande del país. Proporcionaron seguridad a los ingenieros y técnicos de la empresa estatal saudí Aramco que llegaron para reparar los equipos de bombeo que habían quedado inutilizados durante los años de la guerra. La operación petrolera saudita y las tropas en el campo petrolero de Omar están siendo aseguradas a su vez por unidades militares y aéreas estadounidenses y por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF).
Aunque el contingente saudí es pequeño, su llegada a Siria es un acontecimiento histórico de primer orden. La toma del mayor campo petrolífero de Siria por una fuerza militar saudí bajo un paraguas estadounidense es un cambio de juego regional, que les da a ambos una ventaja contra Rusia, Irán y Siria.