Los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos han condenado el ataque del régimen de Assad y Rusia contra Idlib, una zona de desescalada en Siria.
El Ministro de Relaciones Exteriores británico, Andrew Morrison, denunció el lunes un ataque contra la provincia siria de Idlib por parte de fuerzas leales al régimen del presidente Bashar Al-Assad en el que murieron cinco soldados turcos y tres civiles turcos. También murieron al menos 13 civiles sirios.
“Condeno los ataques del régimen de Assad en Idlib hoy y la inaceptable pérdida de vidas de civiles sirios y soldados turcos”, dijo Morrison en Twitter. Hizo un llamado al régimen de Assad y a su aliado Rusia “para que se adhieran al cese al fuego acordado y tomen acciones urgentes para disminuir las tensiones”.
Los Estados Unidos enviaron sus condolencias a Turquía y ofrecieron su pleno apoyo a su “justificada autodefensa”.
“Apoyamos a Turquía, aliada de los EE.UU. en la OTAN, en contra de estas acciones, enviamos condolencias al gobierno turco por la muerte de su pueblo y apoyamos plenamente las acciones de autodefensa justificada de Turquía en respuesta”, dijo una portavoz del Departamento de Estado a la Agencia Anadolu con la condición de mantener el anonimato.
Las Naciones Unidas revelaron el jueves que 700.000 sirios están huyendo hacia las fronteras turcas, debido a la campaña del régimen sirio que logró victorias en Idlib y Alepo.
“Movimientos masivos de tropas que hacen retroceder cientos de kilómetros cuadrados y ponen, creo que ahora, a 700.000 personas que ya están desplazadas internamente en marcha una vez más hacia la frontera turca, lo que creará entonces una crisis internacional”, confirmó el enviado especial de los Estados Unidos para Siria, James Jeffrey.
El régimen sirio, respaldado por las fuerzas aéreas rusas y las milicias iraníes sobre el terreno, hizo rápidos progresos en Idlib la semana pasada, lo que provocó una gran agitación en la región, donde millones de personas han buscado refugio desde el estallido de la revolución siria hace casi nueve años.
Los rebeldes sirios, apoyados por Turquía, atacaron el sábado las posiciones del gobierno al noreste de Alepo, según fuentes rebeldes y un monitor de guerra, lo que abrió un nuevo frente contra las fuerzas del ejército sirio que han hecho importantes avances en el cercano Idlib durante la última semana.