Al menos 718 personas han muerto en la provincia de Sweida, en Siria, según un nuevo balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que da cuenta de casi una semana de violencia en el bastión de la minoría drusa.
La organización, con sede en el Reino Unido, contabiliza entre los muertos a 146 combatientes drusos y 245 civiles, de los cuales 165 fueron “ejecutados sumariamente por efectivos de los ministerios de Defensa e Interior”.
La violencia también provocó la muerte de 287 soldados del gobierno y de 18 combatientes beduinos, además de otros tres beduinos “que fueron ejecutados sumariamente por combatientes drusos”, según agregó el observatorio.
El informe señala, además, que quince militares adicionales murieron como consecuencia de bombardeos israelíes.