El presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan guarda silencio sobre un acuerdo petrolero en el noreste de Siria para evitar un enfrentamiento con Donald Trump, dijeron analistas a Arab News el sábado.
El acuerdo sorpresa de la semana pasada permitirá a Delta Crescent Energy, una empresa estadounidense con sede en Delaware, desarrollar campos petrolíferos bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) lideradas por los kurdos.
Se cree que el acuerdo tiene el apoyo de la Casa Blanca, y sigue las conversaciones entre el senador republicano estadounidense Lindsey Graham y el líder de las SDF, Mazlum Kobani.
Ankara considera a las SDF como un grupo terrorista, una extensión política del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y se esperaba que Erdogan reaccionara con ira.
Pero Joe Macaron, un analista de política exterior de Oriente Medio del Centro Árabe en Washington, dijo que Erdogan no pondría en peligro su relación con Trump por un inevitable contrato petrolero de Estados Unidos en las zonas controladas por las SDF en Siria cuando sabe lo importante que es el petróleo para Trump.
“Ankara ha obtenido claras ganancias estratégicas en Siria y Libia gracias al apoyo de EE.UU. y ha logrado alejar a las fuerzas kurdas de su frontera, alterando al mismo tiempo la dinámica en Libia y el Mediterráneo Oriental”, dijo a Arab News.
El analista militar Navvar Saban dijo: “Los americanos tienen un plan para esta zona pero no conocemos ningún detalle del contrato. Por eso Ankara no reaccionó con fuerza”.