Unos 600 soldados estadounidenses abandonarán Siria en los próximos dos meses, lo que dejará menos de 1.000 efectivos en el país, según confirmó este jueves un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
La presencia militar de Estados Unidos ha sido clave tanto en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico como en la protección de sus aliados kurdos frente a Turquía, que los considera aliados de organizaciones terroristas.
Durante su primer mandato, el presidente Donald Trump intentó retirar todas las tropas del país, pero el Pentágono se opuso argumentando que dejaría expuestos a los aliados y provocaría inestabilidad. Esta postura llevó a la renuncia del entonces secretario de Defensa, Jim Mattis.
La salida de los 600 efectivos devuelve el número de soldados a niveles anteriores, tras una escalada en 2023 cuando el contingente superó los 2.000, en respuesta a los ataques de milicias respaldadas por Irán luego de la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel.
Actualmente, las fuerzas estadounidenses cumplen funciones de vigilancia para impedir la reactivación del Estado Islámico y frenar el tráfico de armas de milicias apoyadas por Irán a través del sur de Siria. También actúan como factor disuasivo frente al expansionismo turco en la región.
la guerra se intensificó aún más en enero de 2024, cuando un dron lanzado por una milicia iraní mató a tres soldados estadounidenses en Jordania. Ese mismo año, en diciembre, el presidente sirio Bashar al-Assad huyó del país. Aunque miles de desplazados han comenzado a regresar a sus hogares, Siria permanece en un estado de inestabilidad.
Israel, informado sobre la retirada por funcionarios del Pentágono, expresó preocupación ante la posibilidad de que Turquía aproveche el vacío para aumentar su influencia territorial en Siria. Jerusalén busca limitar la retirada, temiendo un fortalecimiento del atrincheramiento militar iraní cerca de su frontera.
Esta reducción de tropas fue revelada inicialmente por The New York Times, mientras que el medio israelí Ynet reportó contactos entre funcionarios estadounidenses e israelíes para abordar las implicaciones de la medida.