Un alto comandante sirio fue asesinado misteriosamente el martes cerca de la ciudad de Schweida, en el suroeste del país devastado por la guerra, a docenas de kilómetros de la frontera con Israel.
El general de brigada Jamal al-Ahmad fue asesinado a tiros por pistoleros no identificados durante una visita al sector, según informaron el miércoles el blog de inteligencia Intelli Times y el diario panárabe londinense Ashark al-Ausat.
Según Intelligence Times, al-Ahmad formaba parte de un grupo de funcionarios sirios encargados de establecer contactos con Hezbolá en la zona de Schweida y, en particular, con el comandante de Hezbolá en el sur de Siria, Munir Ali Na’im Shahiti, también conocido como “Hajj-Hashem”, responsable de la infraestructura militar de la organización terrorista libanesa en los Altos del Golán sirio.
Aunque todavía se desconoce la identidad de los asesinos de Al-Ahmad, los enemigos del régimen sirio y de sus aliados iraníes y de Hezbolá son Israel y los grupos rebeldes que siguen operando en el país. La capacidad de estos grupos insurgentes para llevar a cabo estos asesinatos ha disminuido drásticamente durante el último año, y su presencia en el sur de Siria ha sido prácticamente eliminada. Otro posible sospechoso es un grupo armado druso que discutió con el régimen en el pasado, pero que desde entonces ha pagado una indemnización tras la expulsión de los rebeldes de la región.
En la víspera del asesinato, el sitio web de la oposición siria expuso a varias brigadas y unidades del ejército sirio que recibían combatientes de Hezbolá y del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en el sur del país y, en particular, en Schweid.
Los informes exponen el profundo arraigo de las milicias del CGRI y de los chiítas dentro de las unidades de combate del ejército sirio en la frontera entre el Golán e Israel.