La Guardia Revolucionaria de Irán y Hezbolá trasladaron recientemente su cuartel general sirio de Damasco a la provincia septentrional de Alepo, según revelan las fuentes militares y de inteligencia de DEBKAflle. Vaciaron el centro llamado “Horas de Cristal” cerca de Damasco y establecieron un nuevo centro de mando en la Academia Militar Al-Assad, a unos 7 km al suroeste del centro de Alepo. Este complejo puede albergar unos 2.000 hombres armados.
La Brigada Al Quds de la Guardia Revolucionaria ha transformado el complejo en un enclave iraní en todos los sentidos. Está asegurado con baterías antiaéreas móviles iraníes Bavar-373 que tienen un alcance operacional de 200km. A las fuerzas de Hezbolá se les ha confiado la tarea de asegurar el nuevo cuartel general y sus rutas de aproximación.
Fuentes militares y de inteligencia de DEBKAflle subrayan que un redespliegue militar iraní a esta escala no podría haber tenido lugar con el asentimiento ruso. También revelan que el propósito de la visita no anunciada a Siria la semana pasada por el nuevo comandante del CGRI, el general de brigada Esmail Ghaani, era supervisar el traslado. Aunque era su primer viaje a Siria desde el asesinato de su predecesor Qassem Soleimani, Ghaani no fue recibido en Damasco ni por ningún dignatario sirio. Su único destino fue Alepo, claramente para supervisar la instalación del importante nuevo centro de mando cuyas instalaciones funcionarán bajo su autoridad.
El papel clave de Hezbolá en la transferencia es un componente integral del redespliegue impulsado por la organización chiíta libanesa en Siria y el Líbano, Damasco ha entregado el control total de una zona de 20 km de profundidad a lo largo de su frontera occidental con el Líbano a las fuerzas de Hezbolá, con la excepción de las regiones de Alaui del norte.
Y en el este, Irán y Hezbolá ganaron otra ventaja importante para fortalecer su control sobre Siria por la evacuación esta semana de las fuerzas estadounidenses de su base de Al Qaim en el oeste de Irak cerca del cruce con Siria. El US CENTCOM ha decidido abandonar sus pequeñas bases en el país y reunir a todas sus tropas en las instalaciones más grandes para protegerse de los ataques con cohetes de la milicia pro-iraní. Sin la presencia de Estados Unidos en Al Qaim, el cruce queda abierto para que Irán empuje una nueva oleada de milicias chiítas iraquíes a Siria sin ser molestado.
En una cruel e irónica nota al margen de la nueva e indiscutible escalada de la presencia militar iraní y pro-iraní en Siria, Damasco prohibió esta semana la entrada de “extranjeros procedentes de muchos países afectados por el coronavirus”. Es evidente que Irán y su creciente pandemia no cuentan como tales. El régimen de Assad niega en absoluto toda infección confirmada en el país, aunque amplía las medidas para combatir su propagación cerrando escuelas, parques, restaurantes e instituciones públicas. Mientras tanto, los hospitales y las instalaciones médicas de la provincia asediada de Idlib piden a gritos ayuda para hacer frente a millones de personas afligidas, entre ellas muchos refugiados.