Acuerdo en Jaramana y Sweida cede armas al régimen sirio tras enfrentamientos sectarios y ataques israelíes en defensa de drusos.
Acuerdos en Jaramana y Sweida marcan giro en tensión drusa
Representantes drusos en Jaramana, suburbio de Damasco, firmaron un acuerdo con el régimen sirio para entregar armas pesadas y reforzar las fuerzas de seguridad oficiales en la zona. Hossam al-Tahan, jefe de la administración de seguridad en Damasco, anunció el pacto, que estipula la entrega de armas sin licencia tras un período definido. El anuncio siguió a días de enfrentamientos entre milicias drusas y fuerzas progubernamentales, que dejaron decenas de muertos en áreas de mayoría drusa. La violencia, desatada por un audio supuestamente ofensivo hacia el profeta Mahoma, escaló hasta involucrar ataques aéreos israelíes en defensa de la comunidad drusa.
En paralelo, el gobernador de Sweida, bastión druso en el sur de Siria, acordó permitir la entrada de fuerzas de seguridad sirias por primera vez desde la caída de Bashar al-Assad en diciembre de 2024. Este pacto, reportado por Al-Jazeera, busca integrar a Sweida en las instituciones estatales, con fuerzas policiales locales bajo el Ministerio del Interior. Los acuerdos reflejan los esfuerzos del nuevo gobierno liderado por Ahmad al-Sharaa, exmiembro de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), por consolidar el control tras meses de inestabilidad sectaria.
Los enfrentamientos comenzaron el 28 de abril de 2025 en Jaramana, tras la circulación de un audio atribuido falsamente a un clérigo druso, según el Ministerio del Interior sirio. La violencia se extendió a Sahnaya y Ashrafiyat Sahnaya, con reportes de tiroteos intensos y bombardeos indiscriminados. Elias Hanna, residente de Sahnaya, describió a Reuters un estado de “pánico extremo” entre los civiles atrapados en sus hogares. La intervención de las fuerzas sirias, destinadas a restaurar el orden, se saldó con más choques, con milicias drusas resistiendo lo que percibían como una amenaza a su autonomía.
Israel, con una comunidad drusa de unos 140,000 miembros, reaccionó con ataques aéreos el 30 de abril en Sahnaya, dirigidos contra un “grupo extremista” acusado de atacar a los drusos, según un comunicado conjunto de Benjamin Netanyahu y Israel Katz. El ejército israelí evacuó a tres civiles drusos heridos a un hospital en Safed, tras cruzar la frontera desde Siria. Kan TV reportó que un dron israelí lanzó un misil sin causar víctimas, en lo que Katz describió como una “advertencia” al régimen sirio. Siria condenó la intervención, afirmando su compromiso de proteger a todas las comunidades, incluida la drusa, según el Ministerio de Exteriores.
Datos clave sobre los enfrentamientos y acuerdos drusos
- Muertes reportadas: El Syrian Observatory for Human Rights (SOHR) informó 101 muertos en días recientes, incluyendo 30 leales al gobierno, 21 combatientes drusos y 10 civiles, aunque las cifras no están verificadas de forma independiente.
- Causa de la violencia: Un audio falso atribuido a un druso insultando al profeta Mahoma desató furia entre grupos sunitas, según BBC.
- Intervención israelí: Israel realizó al menos 16 ataques aéreos en Siria en 2025, según SOHR, justificándolos como protección a los drusos.
- Población drusa: En Siria, unos 700,000 drusos (3% de la población pre-guerra) viven principalmente en Sweida y suburbios de Damasco, según AP News.
- Acuerdos previos: En marzo, Sweida negoció autonomía cultural y policial con el gobierno, reportó France 24.
Violencia sectaria y desafíos para el nuevo régimen
La violencia en Jaramana y Sahnaya marcó el último episodio de tensiones sectarias en Siria tras la caída de Assad. En marzo, enfrentamientos en Jaramana ya habían llevado a Israel a amenazar con intervención militar, oferta rechazada por líderes drusos como Sheikh Hikmat al-Hijri. Este líder, desde Sweida, condenó el 1 de mayo lo que llamó una “campaña genocida” contra los drusos, acusando al gobierno de usar “milicias extremistas” contra su comunidad, según Al-Monitor. Videos en redes sociales mostraron a grupos progubernamentales atacando a drusos capturados, intensificando las sospechas de las minorías.
El gobierno sirio, liderado por Ahmad al-Sharaa, enfrenta el desafío de integrar a grupos armados diversos mientras contiene a islamistas radicales dentro de su coalición. HTS, raíz del nuevo liderazgo, ha prometido un gobierno inclusivo, pero incidentes como los de Jaramana cuestionan su capacidad para proteger a minorías. En Sweida, milicias drusas como Rijal al-Karameh y el Sweida Military Council han resistido la desmovilización, temiendo persecución. Abu Ali, comandante de la milicia Liwa al-Jabal, dijo a AP News que sus armas son para “autodefensa”, no expansión.
La comunidad drusa, con unos 500,000 miembros en Siria según The Guardian, mantiene una relación compleja con el Estado. Durante el régimen de Assad, gozaron de autonomía en Sweida a cambio de lealtad tácita. Ahora, enfrentan presiones del nuevo gobierno y la intervención israelí, que muchos drusos ven como un intento de desestabilizar Siria. Suleiman Kataba, analista druso, dijo a The New Arab que Israel usa a los drusos para justificar su presencia militar en el sur, mientras ocupa partes del Golan Heights y el buffer zone de 1974.
El líder druso libanés Walid Jumblatt, tras anunciar una visita a Siria, advirtió el 2 de marzo sobre los “complots de Israel” para sembrar división sectaria, según The Times of Israel. Jumblatt, crítico de Israel y Assad, busca mediar entre los drusos y el gobierno sirio, como hizo en 2015 durante ataques a drusos en Idlib por grupos extremistas.
Contexto regional y futuro de los drusos en Siria
La intervención de Israel en Siria, intensificada tras la caída de Assad, incluye cientos de ataques aéreos contra infraestructura militar, según The Week. Aunque históricamente apuntaron a grupos proiraníes como Hezbolá, los ataques recientes se centran en proteger a los drusos y limitar la influencia de HTS. Netanyahu ha exigido la desmilitarización de Quneitra, Daraa y Sweida, generando tensiones con el gobierno sirio y la ONU, que condena la ocupación del buffer zone como violación del acuerdo de 1974.
En Sweida, la creación del Sweida Military Council, con nexos reportados con Israel según Foreign Policy, ha generado divisiones. Líderes drusos insisten en su lealtad a Siria, rechazando cualquier separatismo. Sheikh Yousef Jarbou, líder religioso, condenó el audio ofensivo y llamó a evitar divisiones sectarias, según The Times of Israel. Sin embargo, la desconfianza persiste, alimentada por la memoria de masacres como la de Idlib en 2015, donde Jabhat al-Nusra, antecesor de HTS, mató a drusos.
El enviado de la ONU, Geir Pedersen, expresó el 30 de abril “profunda preocupación” por la violencia y su potencial de escalada, según BBC. Mientras, el gobierno sirio lucha por consolidar su autoridad, enfrentando no solo a milicias drusas sino también a remanentes de Assad y grupos proiraníes. La integración de Sweida y Jaramana en el Estado, aunque acordada, enfrenta resistencias locales y el riesgo de más enfrentamientos si no se garantiza la seguridad de las minorías.
Los drusos, concentrados en el sur y con lazos históricos con comunidades en Líbano, Jordania e Israel, navegan un futuro incierto. Su rechazo a la intervención israelí y su demanda de autonomía cultural y seguridad reflejan su determinación de permanecer como parte integral de Siria, mientras el país enfrenta una transición marcada por la inestabilidad y las ambiciones de potencias regionales.