Los grupos armados en la zona del norte de Siria liderados por Turquía pueden haber cometido crímenes de guerra y otras violaciones de la ley internacional, dijo el viernes el jefe de los derechos de la ONU.
Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que la situación en esas zonas de Siria era sombría, con violencia y delincuencia.
En una declaración, la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OHCHR) de Bachelet dijo que había observado un “patrón alarmante en los últimos meses de graves violaciones” y documentó un aumento de los asesinatos, los secuestros, los traslados ilegales de personas, las incautaciones de tierras y propiedades y los desalojos forzosos.
Entre las víctimas se encuentran personas consideradas como aliadas de partidos opositores o como críticas a las acciones de los grupos armados afiliados en Turquía, dijo la oficina de Bachelet.
Esos grupos afiliados también se incautaron y saquearon casas, tierras y propiedades sin ninguna necesidad militar aparente, dijo el OHCHR.
Además, el aumento de las luchas internas entre los diversos grupos armados afiliados en Turquía por el reparto del poder estaba causando víctimas civiles y daños a la infraestructura civil.
Turquía controla grandes extensiones del noreste de Siria a través de diversos grupos armados y está llevando a cabo operaciones destinadas a expulsar a las milicias kurdas y a los jihadistas.
En octubre del año pasado, las fuerzas turcas y sus fiscales sirios ocuparon una franja de 120 kilómetros (75 millas) de tierra dentro de la frontera siria con las fuerzas kurdas.
Ankara también desplegó fuerzas en varios puestos militares que estableció en el noroeste de Idlib como parte de un acuerdo de 2018 con el aliado del régimen de Moscú, mientras que Turquía también controla una franja de territorio a lo largo de su frontera en la vecina provincia de Alepo tras una serie de ofensivas militares desde 2016.
La oficina de Bachelet dijo que documentó el secuestro y la desaparición de civiles, incluyendo mujeres y niños.
También dijo que, desde principios de año hasta el lunes pasado, había verificado la muerte de al menos 116 civiles como resultado de artefactos explosivos improvisados y restos explosivos de guerra, mientras que otros 463 civiles resultaron heridos.
“Insto a Turquía a que inicie de inmediato una investigación imparcial, transparente e independiente de los incidentes que hemos visto, para dar cuenta de la suerte de las personas detenidas y secuestradas por grupos armados afiliados y para que los responsables rindan cuentas de lo que en algunos casos puede equivaler a crímenes de derecho internacional, incluidos los crímenes de guerra”, dijo Bachelet.
“Esto es tanto más vital cuanto que hemos recibido informes inquietantes de que algunos detenidos y secuestrados han sido supuestamente trasladados a Turquía tras su detención en Siria por grupos armados afiliados”.
Mientras tanto, Bachelet expresó su preocupación por el hecho de que las partes en el conflicto en Siria están utilizando los servicios esenciales como un arma.
“Impedir el acceso al agua, el saneamiento y la electricidad pone en peligro la vida de un gran número de personas, un peligro que se agudiza aún más en medio de la lucha contra una pandemia mundial”, dijo.