El miércoles por la noche se produjo un ataque contra una base estadounidense en Siria. Funcionarios estadounidenses declararon a los medios de comunicación que se trató de sistemas aéreos no tripulados y de “fuego indirecto”. Esto significa que pueden haberse utilizado drones y cohetes en lo que parece ser un ataque complejo. Es probable que se trate de fuerzas locales proiraníes vinculadas a Irán, a las que el régimen sirio ha dado libertad de movimiento.
Este modelo de uso de proxys locales es clásico para Irán. Teherán ha animado a sus proxys en Irak a atacar a las fuerzas estadounidenses con cohetes y aviones no tripulados desde 2019, siendo los drones cada vez más utilizados. Irán también ha exportado tecnología de drones a Yemen y Gaza. Hamás utilizó drones de estilo iraní por primera vez en mayo contra Israel. Mientras tanto, Irán también ha trasladado drones a la base T-4 en Siria y voló uno en el espacio aéreo israelí en febrero de 2018.
Ese es el contexto del ataque. Pero el ataque importa más por el lugar donde se produjo. Cuando observamos la amenaza de los drones y cohetes de Irán, hay un arco de amenaza que se extiende miles de kilómetros desde el Líbano, pasando por Siria e Irak, hasta Yemen. Irán utiliza estas armas para amenazar a Israel, Arabia Saudí, Estados Unidos y los países del Golfo.
Por ejemplo, los hutíes de Yemen han utilizado cohetes y aviones no tripulados para atacar objetivos a larga distancia en Arabia Saudí, alcanzando a veces unos 1.000 kilómetros de alcance.
Tanf es una solitaria base estadounidense en Siria, cerca de la frontera jordana e iraquí. Como tal, tiene un valor estratégico debido a su ubicación. Se encuentra a horcajadas de una carretera y, por tanto, puede vigilar lo que ocurre en esta parte de Siria. La base se estableció cerca del campamento de Rukban, donde miles de sirios han buscado refugio a lo largo de los años durante la guerra civil siria.
Estados Unidos estableció la base también para entrenar a los rebeldes sirios. Sin embargo, el régimen sirio, que comenzó a hacer grandes avances en 2017 y 2018, cortó el contacto de la base con cualquier otra fuerza rebelde o respaldada por Estados Unidos en el este de Siria. Eso significa que había dudas sobre si Estados Unidos se quedaría en Tanf después de 2018.
Para los elementos del régimen pro-sirio, la base es una espina en el costado de Siria. Para Irán, es una amenaza para las milicias iraníes que se han extendido a lo largo del Éufrates desde Albukamal, en la frontera con Irak, hasta Deir Ezzor. Esto significa que Irán ve la base como una amenaza potencial a su intento de crear una carretera hacia el mar a través de Irak y Siria para poder armar a Hezbolá.
Las milicias proiraníes, como Kataib Hezbolá, establecieron su sede en Albukamal después de 2017. En 2018, un ataque aéreo tuvo como objetivo un edificio de Kataib Hezbolá en Albukamal. Más tarde, en 2019, más ataques aéreos apuntaron a las milicias proiraníes en Irak y esos grupos culparon a Israel.
En noviembre de 2019, Rusia dijo que Israel había sobrevolado Jordania para realizar ataques aéreos en Siria. En 2020, una colina llamada Tel al-Sahn o “colina de la antena parabólica” fue golpeada en un ataque aéreo en Siria. Lo que esto significa es que para el régimen sirio, Irán y los partidarios rusos del régimen la presencia de la base de Tanf es una preocupación. Creen que la base puede ayudar a proporcionar a Estados Unidos y a sus socios información de inteligencia sobre la región y los movimientos iraníes.
También hay otro contexto. El régimen sirio está haciendo contactos con Irak, Egipto, Jordania y el Golfo, con la esperanza de obtener más apoyo de los estados árabes. Quiere volver a la normalidad tras una década de guerra. Sacar a Estados Unidos de Tanf es parte de este deseo. Le gustaría obtener el apoyo jordano e iraquí en esta cuestión. Si Tanf es un objetivo de los drones y los cohetes, la lógica es que los elementos locales con apoyo iraní podrían pensar que esto puede acosar a Estados Unidos para que se vaya. Han visto cómo EE.UU. abandonó Afganistán y cómo las fuerzas estadounidenses dejaron muchas instalaciones en Irak.
El uso de drones apunta a cierta complejidad y al probable apoyo de Teherán. Irán entrena a operadores de drones en su base de Kashan. Ha estado utilizando cada vez más aviones no tripulados en ataques en lugares como el Golfo de Omán y apuntando a las fuerzas estadounidenses en Erbil.
Por lo general, consigue que sus representantes vuelen estos aviones no tripulados. Queda por ver cómo podría responder Estados Unidos. En 2017, Estados Unidos derribó un dron iraní cerca de Tanf. También ha llevado a cabo ataques aéreos en el pasado en Siria contra grupos proiraníes.
El contexto del ataque a Tanf, por tanto, forma parte de una lucha regional más amplia. Sin embargo, los medios de comunicación iraníes no han dado importancia al ataque, lo que lleva a preguntarse si Irán es el principal actor en este caso, o si son otros elementos más cercanos al régimen sirio o las milicias locales los que llevan la batuta.