Los Gobiernos de Rusia y Turquía han firmado acuerdos secretos sobre Siria. El Parlamento turco confirmó este hecho, según informa la agencia de noticias rusa Rambler.ru. Unal Cevikoz, vicepresidente de la principal fuerza de oposición del país, el Partido Popular Republicano, ha obtenido documentos que confirman que se han firmado acuerdos a puerta cerrada entre los países. Se supone que Moscú ha accedido a permitir que las fuerzas leales a Turquía ataquen a los grupos armados kurdos.
Cevikoz logró obtener la información a través de una “investigación parlamentaria”, informa Nordic Monitor. El diputado opositor dijo que Turquía ha accedido a retirar sus tropas y equipos de la provincia siria de Idlib, controlada por grupos de oposición. Esto es necesario para el ejército del gobierno sirio, que quiere recuperar el control absoluto de todo el país. Según la información obtenida por Cevikoz, a cambio, Rusia ha accedido a ignorar los ataques de las fuerzas pro-turcas, ciertas divisiones del Ejército Sirio Libre, contra los grupos militarizados kurdos que están reteniendo las regiones nororientales de Siria. Ankara considera oficialmente a los grupos kurdos como “terroristas”.
Cevikoz hizo tal investigación por primera vez en mayo. Se dirigió al Ministro de Asuntos Exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu, pero fue ignorado.
El diputado de la oposición no dudó en acusar al gobierno turco de interferir en la política interna de Siria. Solicitó información sobre una posible fecha en la que haya habido contacto directo con el régimen sirio; información sobre las medidas de seguridad que se están adoptando contra la aparición de grupos terroristas en Turquía, y sobre el proceso de distinción entre grupos radicales y moderados. La investigación de Cevikoz siguió a las repetidas amenazas del presidente turco Recep Tayyip Erdogan de lanzar unilateralmente una ofensiva contra los grupos militarizados kurdos en el norte de Siria. Hasta entonces, los líderes turcos se habían centrado aparentemente en conseguir apoyo internacional para sus operaciones militares. Lo más probable es que Rusia no se oponga a que Turquía tome tales medidas. Este nivel de entendimiento entre Ankara y Moscú fue posible gracias a la indecisión del gobierno de Estados Unidos.
Nordic Monitor cree que Cevikoz se enteró del acuerdo secreto a través de sus extensas conexiones con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, donde trabajó durante muchos años.
Idlib es la única región importante de Siria que todavía está controlada por la oposición armada. En mayo de 2017, Rusia, Turquía e Irán acordaron establecer una zona de desescalada en las provincias de Daraa, Ghouta Oriental, Homs e Idlib. Turquía se ha preocupado especialmente por mantener su influencia en Idlib. Cuando el gobierno sirio intentó iniciar una ofensiva en esta región, los presidentes de Rusia y Turquía se reunieron en Sochi el 17 de septiembre de 2018 y acordaron establecer una zona desmilitarizada de 15 a 20 kilómetros en la provincia. De conformidad con este acuerdo, Turquía desplegó sus propias fuerzas en Idlib y estableció puestos de observación para evitar la escalada entre las fuerzas gubernamentales sirias y los rebeldes.
La situación comenzó a deteriorarse el 19 de agosto, cuando el ejército del presidente sirio Bashar al-Assad inició su ataque activo contra la ciudad de Khan Shaykhun en Idlib, que ha estado bajo control rebelde desde 2014. Ese mismo día, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria acusó a Turquía de prestar asistencia militar a los militantes vinculados a los restos del Frente de Al-Nusra. El departamento diplomático afirmó que Ankara había enviado un convoy de municiones a Idlib para salvar a la oposición. tropas. Ese mismo día, el convoy militar turco fue atacado cuando se dirigía a reforzar el puesto de observación número nueve. Según se informa, el convoy se desplazaba por la ruta Alepo-Damasco. Según el Ministerio de Defensa turco, fue atacado por aviones del gobierno turco. Ankara informó de que tres personas habían resultado muertas y 12 heridas. Turquía llamó la atención sobre el hecho de que se había notificado a Rusia sobre los movimientos del convoy, cuyo objetivo aparentemente no era equipar a la oposición, sino impedir que las tropas turcas fueran rodeadas.
Estos acontecimientos recientes indican que la historia de Idlib está a punto de alcanzar su clímax.