DAMASCO – Siria ha accedido a ayudar a Líbano, país afectado por la crisis, permitiendo el tránsito de gas y electricidad a través de su territorio, según declaró un funcionario el sábado durante la primera visita de alto nivel de Beirut a Damasco desde que estalló la guerra civil en Siria hace 10 años.
La dura escasez de combustible y los cortes de electricidad provocados por el colapso económico del Líbano han paralizado negocios como restaurantes, tiendas e industrias, así como servicios vitales como los hospitales.
Ahora Beirut espera llegar a un acuerdo para importar gas de Egipto y electricidad de Jordania utilizando la infraestructura siria, con la bendición de Washington a pesar de las sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Damasco.
Siria está “dispuesta” a ayudar a Líbano con el “tránsito del gas egipcio y la electricidad jordana a través del territorio sirio”, declaró a la prensa el alto funcionario Nasri Khouri, después de que la delegación, encabezada por la viceprimera ministra interina libanesa Zeina Akar, se reuniera con el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Faisal al-Meqdad, y el ministro de Petróleo, Bassam Tomeh.
“Las partes acordaron crear un equipo conjunto para seguir los detalles técnicos” del plan, añadió Khouri, que es secretario general del Consejo Superior Libanés-Sirio.
Mientras tanto, Líbano espera un cargamento de combustible procedente de Irán, que, según los medios de comunicación locales, será entregado en un importante puerto sirio y transportado por tierra. El líder del grupo terrorista libanés Hezbolá, respaldado por Irán, ha acordado con sus aliados en Teherán enviar el combustible a Líbano para ayudar a aliviar la escasez de combustible del pequeño país.
La entrega violaría las sanciones de Estados Unidos a Irán impuestas por el ex presidente estadounidense Donald Trump, que sacó a Washington de un acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales en 2018.
Todavía no hay fecha para la llegada del combustible, pero el envío a Líbano se considera una prueba de las sanciones estadounidenses y muchos en Líbano temen que pueda desencadenar sanciones.
Líbano ha mantenido lazos diplomáticos con Siria, pero adoptó una política de desvinculación del conflicto desde que comenzó en 2011, lo que frenó los tratos oficiales.
Funcionarios de seguridad y políticos libaneses han realizado varias visitas a Siria en los últimos años, pero casi exclusivamente a título personal o en nombre de partidos políticos que apoyan al gobierno del dictador Bashar Assad.
Hezbolá, el grupo terrorista respaldado por Irán, ha enviado combatientes a Siria para apoyar a las tropas de Assad en su guerra contra los opositores. Pero otros partidos de Líbano apoyaron a la oposición, dejando a la política libanesa profundamente dividida sobre cómo tratar con el gobierno sirio. Las relaciones se han mantenido principalmente para abordar cuestiones de seguridad.
Los medios de comunicación estatales sirios la han promocionado como una visita que “rompe el hielo y [reaviva] las relaciones” entre ambos países.
El ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal Mikdad, recibió el sábado a la delegación en un paso fronterizo antes de que se dirigieran juntos a Damasco.
La crisis económica del Líbano ha sido descrita por el Banco Mundial como una de las más graves que el mundo ha presenciado desde la década de 1850. Su moneda se ha desplomado al agotarse las reservas de divisas del banco central, lo que ha provocado una escasez de medicinas y combustible.