Las pruebas recuperadas en el lugar de un ataque con gas venenoso contra civiles sirios en 2018 han sido destruidas, acusó el mes pasado el gobierno de Siria a la agencia de supervisión de armas químicas de las Naciones Unidas.
La causa, informó el gobierno de Siria, fue un ataque aéreo israelí contra un túnel subterráneo previamente sellado en una presunta instalación de armas químicas a unos 60 kilómetros de distancia de donde los investigadores internacionales habían examinado las pruebas por última vez.
La Organización para la Prevención del Uso de Armas Químicas (OPAQ) informó el viernes de que dos cilindros de gas encontrados en el lugar del ataque químico de Douma habían sido destruidos el 8 de junio. La OPAQ también publicó el comunicado del gobierno sirio en el que se culpa a un ataque aéreo israelí de su destrucción.
“La Secretaría recordó además que había advertido previamente a la República Árabe Siria que no debía abrir, mover o alterar los contenedores o su contenido de ninguna manera sin solicitar el consentimiento previo por escrito de la Secretaría”, decía el informe.
“La Autoridad Nacional Siria no notificó a la Secretaría que los cilindros habían sido trasladados a una nueva ubicación hasta que informó de su destrucción”, continuaba el informe.
Los dos cilindros fueron examinados previamente por los investigadores de la OPAQ antes de ser almacenados en Siria después de que los funcionarios del gobierno se negaran a permitir que los investigadores internacionales los sacaran del país.
Un portavoz de la OPAQ no estuvo disponible de inmediato para responder a la solicitud de comentarios de Al-Monitor.
El ataque en Douma, un suburbio de Damasco, provocó la condena internacional y las represalias militares internacionales lideradas por Estados Unidos contra el régimen del presidente sirio Bashar Al-Assad.
Las imágenes de las secuelas del ataque sugieren que al menos dos cilindros de gas fueron lanzados sobre edificios de apartamentos en la zona. El ataque del 7 de abril de 2018 mató al menos a 50 personas e hirió a más de 100. Los rebeldes de la zona se rindieron apenas un día después del ataque.
Se han documentado más de 300 ataques con armas químicas en la guerra civil de Siria, y varios de los más mortíferos han sido atribuidos por expertos y grupos de derechos al régimen de Assad.
La misión de investigación de la OPAQ para Douma no ha atribuido la culpa del ataque, que ha sido objeto de una campaña de desinformación, supuestamente respaldada por la inteligencia rusa. Rusia, el principal patrocinador extranjero de Assad, lleva mucho tiempo culpando a los rebeldes sirios de este tipo de ataques.
El gobierno de Siria no ha cumplido plenamente con el acuerdo de 2013 negociado por Estados Unidos y Rusia para eliminar las armas químicas del país, según las conclusiones de la OPAQ.
La organización concluyó en abril que hay “motivos razonables para creer” que la fuerza aérea siria lanzó al menos un bote en un ataque apenas dos meses antes del incidente de Douma.