ANKARA/WASHINGTON (Reuters) – Turquía ignoró las nuevas sanciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para seguir adelante con su ofensiva al norte de Siria el martes, mientras que el ejército sirio apoyado por Rusia entró en una de las ciudades más disputadas, llenando un vacío creado por la abrupta retirada de tropas estadouniddenses.
Una semana después de revertir la política de Estados Unidos y apartar las tropas para permitir que Turquía ataque a los aliados de Washington en el norte de Siria, Trump anunció un paquete de sanciones para castigar a Turquía.
Pero los mercados financieros no hicieron caso del anuncio, y los críticos de Trump dijeron que los movimientos eran demasiado débiles para tener un impacto. La lira turca subió, y los comerciantes señalaron que Trump había librado a los bancos turcos del castigo.
La inesperada decisión de Trump de negar protección a los kurdos de Siria después de una llamada telefónica con el presidente turco Tayyip Erdogan hace una semana puso fin rápidamente a cinco años de política estadounidense en el Medio Oriente, dando carta blanca a los adversarios de Washington en la guerra más mortal del mundo.
Estados Unidos anunció el domingo que retiraba toda su fuerza de 1.000 soldados. Sus antiguos aliados kurdos forjaron inmediatamente una nueva alianza con el gobierno sirio del presidente Bashar al-Assad, respaldado por Rusia, invitando al ejército a las ciudades de todo el territorio controlado por los kurdos.
«Las tropas ingresan a Manbij»
Uno de los puntos más importantes es la ciudad de Manbij, al oeste del río Éufrates, que Turquía ha prometido capturar. La zona había sido patrullada conjuntamente por las fuerzas estadounidenses y turcas bajo un acuerdo para persuadir a Turquía de que no invadiera.
Las fuerzas sirias respaldadas por Rusia parecen haber actuado rápidamente para llenar el vacío dejado por los estadounidenses que se marchan. La televisión estatal transmitió imágenes de lo que dijeron que eran tropas del gobierno que entraban a la ciudad el martes. Un residente dentro de la ciudad le dijo a Reuters que las tropas sirias estaban en sus afueras.
Los combatientes sirios apoyados por Turquía dijeron que continuarían su avance hacia Manbij, y que las tropas que habían entrado eran en su mayoría combatientes kurdos ahora aliados del gobierno.
Un camarógrafo de Reuters en la frontera turca informó de un fuerte bombardeo el martes por la mañana en la ciudad fronteriza siria de Ras al Ain, donde un portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) dirigidas por los kurdos informó de que se estaba librando una feroz batalla.
«El anuncio de sanciones es insuficiente»
Trump ha defendido su reversión de la política estadounidense como parte de un plan para retirar a Estados Unidos de las “interminables” guerras en Oriente Medio. Pero sus críticos, incluyendo figuras de alto rango de su propio Partido Republicano, lo calificaron de traición a los kurdos, aliados leales que perdieron miles de combatientes en la batalla contra el Estado Islámico (ISIS) con el apoyo de Washington.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que las sanciones de Trump eran demasiado escasas, demasiado tardías.
“Su anuncio de un paquete de sanciones contra Turquía está muy lejos de revertir el desastre humanitario”.
Turquía dice que su objetivo es derrotar a la milicia kurda del YPG, a la que considera terrorista por sus vínculos con los separatistas en Turquía, y crear una “zona segura” en la que se pueda reasentar a millones de refugiados sirios.
Las Naciones Unidas dicen que 160.000 personas han huido de sus hogares a medida que las fuerzas turcas avanzan. La administración kurda calcula que el número de desplazados es de 270.000.
Erdogan, que se ha comprometido a continuar las operaciones militares pase lo que pase, dijo que Turquía estaba dando al mundo una “segunda oportunidad” para llevar la paz a la región.
“La comunidad internacional perdió la oportunidad de evitar que la crisis siria arrastrara a toda una región a un torbellino de inestabilidad”, escribió en el Wall Street Journal. “La Unión Europea, y el mundo, debería apoyar lo que Turquía está intentando hacer”.
Los despliegues del ejército sirio en territorio controlado por los kurdos son una victoria para el presidente Bashar al-Assad y su aliado más poderoso, Rusia, que les da un punto de apoyo en la mayor franja restante del país que había estado fuera de su alcance.
Los aliados de Trump insistieron en que Washington no había dado su bendición a la ofensiva turca y exigieron un alto el fuego.
“Los Estados Unidos simplemente no van a tolerar más la invasión de Turquía en Siria”, dijo el vicepresidente Mike Pence. “Pedimos a Turquía que se retire, ponga fin a la violencia y se siente a la mesa de negociaciones”.
Las sanciones de Trump incluyen la reimposición de los aranceles al acero y la suspensión de las conversaciones sobre un acuerdo comercial de 100.000 millones de dólares.