El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha declarado al periódico palestino Al-Ayyam que Washington se opone a los “desalojos” israelíes que se avecinan de varias familias palestinas en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este.
Los desalojos de Sheikh Jarrah se basan, en parte, en una ley israelí de 1970 que permite a los judíos reclamar las tierras del Este de Jerusalén que les pertenecían antes de 1948.
Blinken afirma que EE.UU. está “muy preocupado” por los desalojos, señalando que los palestinos de las viviendas en cuestión han vivido allí durante generaciones y que tales medidas de Israel -junto con la “construcción de asentamientos y la demolición de viviendas”, así como la incitación y los pagos a terroristas por parte de los palestinos- alejan a las partes de una solución de dos Estados.
No es la primera vez que Estados Unidos condena los desalojos, pero ha guardado un gran silencio sobre el asunto desde que estalló la guerra de Gaza, centrándose en cambio en respaldar a Israel y su derecho a defenderse de los disparos de cohetes de Hamás.