Funcionarios militares israelíes están a favor de detener las negociaciones con Líbano sobre una disputa fronteriza marítima, informó el sábado el Canal 12 de noticias.
El informe sin fuentes dijo que las Fuerzas de Defensa de Israel recomendaron congelar las negociaciones tras los intentos del grupo terrorista Hezbolá de lanzar drones en el campo de gas de Karish, que se encuentra en una zona marítima que tanto Líbano como Israel reclaman como propia.
El gobierno rechazó la sugerencia, ya que parece haber algunos avances significativos para llegar a un acuerdo con Líbano.
La disputa de la frontera marítima entre ambas naciones lleva varios años. A pesar de los intentos de EE. UU. por llegar a un acuerdo, las conversaciones se han estancado repetidamente, aunque el enviado de EE. UU. para Asuntos Energéticos, Amos Hochstein, dijo la semana pasada que se habían hecho algunos progresos en las últimas negociaciones.
El Canal 12 dijo que “podría” haber algún progreso adicional durante el viaje del presidente estadounidense Joe Biden a la región.
El sábado, las FDI interceptaron tres drones de Hezbolá que se dirigían al campo de gas de Karish. Hezbolá confirmó que había lanzado los drones tras haber amenazado previamente el campo. En otro incidente ocurrido el pasado miércoles, un dron lanzado por el grupo terrorista fue derribado sobre las aguas del Líbano.
Tras el incidente del sábado, se recuperaron partes de los drones y se llevaron a examinarlas.
El ministro de Defensa, Benny Gantz, dijo el jueves que los drones eran iraníes.
El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, amenazó a Israel después de que una nueva plataforma de perforación llegara al campo de gas hace un mes, diciendo que su organización era capaz de impedir el trabajo allí, incluso por la fuerza.
Israel y Líbano no tienen relaciones diplomáticas y están técnicamente en estado de guerra. Cada uno de ellos reclama unos 860 kilómetros cuadrados del mar Mediterráneo dentro de sus zonas económicas exclusivas.
Estados Unidos lleva más de una década intentando sin éxito mediar entre ambas partes, y las tres últimas administraciones han enviado enviados a la región con el mismo cometido.
Tanto Israel como Líbano tienen intereses económicos en el territorio, que contiene un lucrativo gas natural. Líbano, que se enfrenta a una crisis económica desde finales de 2019, ve en los recursos ofrecidos un camino potencial para salir de su situación actual.
Las conversaciones experimentaron un avance a finales de 2020 antes de volver a estancarse después de que Líbano pidiera el control de otros 1.430 kilómetros cuadrados (552 millas cuadradas) de territorio marítimo actualmente bajo control israelí.
Las tensiones en torno a la disputa han aumentado en las últimas semanas, después de que un buque de producción de gas llegara a Israel para iniciar operaciones de extracción en el campo marítimo de Karish, lo que provocó la condena de Líbano, que había reclamado partes del mismo. Israel afirma que el campo forma parte de su zona económica exclusiva reconocida por la ONU.