El plan de Israel de aplicar su soberanía a cualquier parte de Judea y Samaria pondrá fin a la “solución de dos Estados” y eliminará la posibilidad de establecer un “Estado palestino” independiente, soberano y geográficamente viable, advirtió el jueves el Ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina, Riyad Malki.
En un discurso ante una reunión de emergencia por videoconferencia de los ministros de relaciones exteriores de la Liga Árabe, Malki afirmó que, si se aplicaba, el plan israelí también pondría la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén bajo control israelí “antes de que sea demolida y sustituida por el Templo ostensible”.
La reunión se celebró a petición de los palestinos para discutir los “peligros” del plan israelí.
Los ministros árabes condenaron el plan como un “nuevo crimen de guerra” y “flagrante violación de las resoluciones de las Naciones Unidas y el derecho internacional”. Los ministros instaron a la administración estadounidense a que no apoye el plan y dijeron que los países árabes apoyarán por todos los medios políticos, diplomáticos, legales y financieros cualquier decisión que tomen los palestinos para enfrentarlo.
Los ministros de Asuntos Exteriores también pidieron al Cuarteto (Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU) que convoque una reunión urgente para salvar las posibilidades de paz y de una “solución de dos Estados”, y que adopte una posición coherente con las decisiones internacionales para obligar a Israel a “dejar de aplicar sus planes coloniales, incluida la anexión y la expansión de los asentamientos”.
Malki advirtió que, si el plan israelí se pone en práctica, “transformará el conflicto de un conflicto político a uno religioso que durará para siempre porque los palestinos no lo aceptarán y no aceptarán nada menos que las fronteras de 1967 para establecer su Estado, con el este de Jerusalén como su capital”.
Malki también advirtió que el plan israelí de aplicar la soberanía a cualquier parte de Judea y Samaria “nunca garantizaría la estabilidad, la seguridad y la paz”. Acusó al Primer Ministro Benjamin Netanyahu de utilizar el brote de la pandemia de coronavirus “para aprobar sus decisiones de anexar grandes partes del territorio palestino ocupado a Israel”.
El Ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina también instó a los estados árabes a proporcionar ayuda financiera a los palestinos, ya que se enfrentan a difíciles condiciones financieras “debido a las restricciones de la ocupación”.
El Secretario General de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, dijo en un discurso pronunciado durante la reunión que cualquier decisión israelí de aplicar su soberanía en partes de Judea y Samaria no cambiaría el estatus de estas tierras, añadiendo que seguirán siendo “territorios ocupados de acuerdo con el derecho internacional”.
Aboul Gheit dijo que el propósito de la reunión del jueves era advertir sobre los “peligros de los planes israelíes de anexionar partes de Judea y Samaria, y las posibles repercusiones en la estabilidad regional”. Él también acusó al gobierno israelí de explotar la preocupación del mundo por la pandemia del coronavirus para establecer nuevos hechos sobre el terreno.