El Tribunal Supremo de Israel ha rechazado la petición del movimiento Regavim para la demolición inmediata del puesto avanzado beduino de Jan al Ahmar, alegando razones de seguridad y relaciones exteriores.
Decisiones judiciales y deberes estatales
El juez Alex Stein explicó en su fallo que el Estado no ha evadido su deber de demoler el puesto ilegal, pero que no puede llevar a cabo dicha acción en este momento debido a razones de seguridad y relaciones exteriores que superan la necesidad pública de hacer cumplir las leyes de planificación y construcción.
Stein añadió que, aunque el puesto fue construido ilegalmente y debe ser evacuado y demolido, no pueden interferir en la decisión del Estado en este momento.
El juez Noam Solberg respaldó esta posición tras revisar el material confidencial presentado, confirmando que las razones actuales impiden la evacuación.
Reacción del movimiento Regavim
Regavim criticó la decisión del tribunal, alegando que establece un precedente negativo y pone de manifiesto desigualdades en el sistema judicial. Según el movimiento, en casos similares donde se alegaron “consideraciones políticas”, el Tribunal no aceptó dichos argumentos y exigió la aplicación de la ley.
Regavim también acusó al Estado de capitular ante la presión internacional y al Tribunal de otorgar un sello de aprobación a esta postura, lo que podría llevar al país al borde de la anarquía.
Antecedentes de Jan al Ahmar
El Tribunal Supremo ordenó la demolición de Jan al Ahmar en 2017, tras una petición de 2009 de Regavim. Sin embargo, el gobierno ha solicitado y recibido retrasos en la aplicación de la orden, mientras que ha demolido comunidades judías construidas en tierras árabes de propiedad privada.
La situación de Jan al Ahmar ha complicado las relaciones internacionales de Israel, con partidarios de la creación de un Estado árabe palestino exigiendo que el gobierno ignore la decisión del Tribunal y permita que el pueblo beduino permanezca en su ubicación actual, a pesar de su ilegalidad.