El número de casos de cáncer entre hombres israelíes ha disminuido significativamente en las últimas dos décadas, mientras que el número se ha mantenido estable entre las mujeres judías y casi se ha duplicado entre las mujeres árabes, según datos publicados el domingo por la Asociación de Cáncer de Israel y el Ministerio de Salud.
Según los datos, publicados un día antes del Día Mundial contra el Cáncer el 4 de febrero, la cantidad de muertes por cáncer disminuyó durante el mismo período de tiempo entre todos los grupos de la población del Estado judío.
Entre 1995 y 2016, hubo una caída estadísticamente significativa en las muertes por cáncer entre hombres y mujeres judíos, con una disminución promedio anual de 1.7 y 1.6 por ciento, respectivamente.
Durante ese período hubo una disminución más baja, pero aun estadísticamente significativa, de muertes por la enfermedad entre hombres y mujeres árabes en una tasa anual de 0.4% y 0.5%, respectivamente.
A pesar de la menor tasa de mortalidad, la prevalencia de cáncer entre las mujeres árabes casi se ha duplicado, de 105.6 casos por 100.000 personas en 1990 a 200.8 casos en 2016.
Aunque los casos de cáncer fueron significativamente más altos entre los israelíes de mayor edad, el informe identificó los factores de riesgo para el cáncer entre las personas más jóvenes, incluida la obesidad, el tabaquismo, la exposición a la radiación solar y las camas solares y la exposición al virus del papiloma humano (VPH).

En 2016 se diagnosticaron unos 27.000 casos nuevos de cáncer, 53% de ellos entre las mujeres. Más judíos son diagnosticados con la enfermedad (en relación con el tamaño de la población) que los árabes. Al final de ese año, había un total de 90.661 pacientes de cáncer en Israel, 50.690 mujeres y 39.971 hombres.
El tipo de enfermedad más prevalente entre las mujeres judías y árabes es el cáncer de mama (33.1% y 34.5%, respectivamente), seguido por el cáncer de colon, recto o ano (10.2% y 9.1%). Entre los hombres árabes, el tipo más frecuente fue el cáncer de pulmón (21.7%) y entre los hombres judíos fue el cáncer de próstata (17%).
Aunque Israel se encuentra entre los 50 países del mundo con la tasa más alta de cáncer (en el puesto 50 de esa lista), la tasa de mortalidad es mucho más baja, 92 en el mundo, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
Miri Ziv, de la Asociación de Cáncer de Israel, atribuyó esa cifra a la «alta conciencia pública» impulsada por su organización, así como a la «dramática mejora en el tratamiento«.
«Más de un tercio de los casos de cáncer se pueden prevenir mediante la adopción de un estilo de vida saludable que incluye deportes, abstención de fumar y consumo excesivo de alcohol, una dieta sana y equilibrada y el mantenimiento de un peso corporal saludable», dijo Ziv.
«Combinado con los exámenes de detección temprana y las vacunas recomendadas, los casos de cáncer y las muertes pueden reducirse en aproximadamente un 50%«, agregó.