BioHug Vest, creado en Haifa, usa presión controlada para reducir ansiedad y mejorar la calidad de vida en personas con trastorno del espectro autista.
BioHug Vest: tecnología israelí para el trastorno del espectro autista
BioHug Technologies, con sede en Haifa, desarrolló el BioHug Vest, un chaleco portátil que aplica presión controlada para inducir calma en personas con trastorno del espectro autista (TEA). El dispositivo utiliza burbujas de aire que se inflan automáticamente o manualmente, permitiendo ajustes en la intensidad y duración de la presión. Este mecanismo se basa en la estimulación por presión profunda, un principio científicamente respaldado que reduce la ansiedad y promueve la relajación. Desde su lanzamiento en 2012, el chaleco se emplea en escuelas y entornos terapéuticos en Israel, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.
El BioHug Vest responde a las necesidades de personas con TEA, quienes a menudo experimentan sobrecarga sensorial o ansiedad en entornos cotidianos. La presión profunda, similar a un abrazo firme, estimula el sistema nervioso parasimpático, lo que disminuye los niveles de estrés. Raffi Rembrand, ingeniero y padre de un hijo con autismo, diseñó el chaleco tras investigar los efectos calmantes de la presión física. Su trabajo, iniciado en 2007, contó con la colaboración de la terapeuta ocupacional Eynat Gal, de la Universidad de Haifa, y el respaldo de ALUT, la Sociedad Israelí para Niños Autistas.
El dispositivo ofrece versatilidad: los usuarios pueden programar patrones de presión o ajustarlos manualmente mediante un control remoto. Su batería recargable permite hasta cuatro horas de uso continuo, lo que facilita su integración en la vida diaria. En un caso documentado en una escuela de necesidades especiales en Jerusalén, una mujer con autismo severo dejó de autolesionarse tras usar el chaleco, mostrando una notable mejora en su comportamiento.
Los ensayos clínicos en el Hospital Ichilov de Tel Aviv exploran aplicaciones adicionales del chaleco, como el alivio del dolor crónico, dado el vínculo entre el estrés y la percepción del dolor. Además, tras los ataques con cohetes en el sur de Israel en noviembre de 2012, BioHug Technologies colaboró con la organización OneFamily para proporcionar el chaleco a víctimas de trauma, demostrando su eficacia en casos de estrés postraumático.

Datos clave sobre el BioHug Vest y su impacto
- Origen: Desarrollado por BioHug Technologies en Haifa, Israel, desde 2007.
- Función: Aplica presión profunda para reducir ansiedad en personas con TEA y otros trastornos.
- Tecnología: Burbujas de aire ajustables, operadas automáticamente o por control remoto.
- Uso global: Implementado en escuelas y terapias en Israel, EE. UU., Reino Unido y Canadá.
- Ensayos clínicos: En curso en el Hospital Ichilov para tratar dolor crónico.
- Impacto: Casos documentados muestran reducción de autolesiones y mejora en la calma.
Innovación israelí en el manejo del autismo
El desarrollo del BioHug Vest refleja el liderazgo de Israel en tecnologías para el autismo. Raffi Rembrand, motivado por su experiencia personal, combinó ingeniería y ciencia para crear un dispositivo no invasivo que evita el uso de medicamentos. El proyecto recibió financiación de la Oficina del Científico Jefe de Israel, lo que permitió cinco años de pruebas antes de su comercialización. Andrew Schiffmiller, director ejecutivo de BioHug Technologies, destacó que “la presión en ciertas partes del cuerpo tiene un efecto fisiológico calmante medible”.
El chaleco se diseñó con aportes de expertos como Eynat Gal, quien investigó los beneficios de la presión profunda en el autismo. Los estudios confirman que más del 75% de las personas con TEA enfrentan problemas de procesamiento sensorial, lo que puede generar ansiedad extrema. La terapia de presión profunda, como la que ofrece el BioHug Vest, proporciona información propioceptiva que calma el sistema nervioso central, según investigaciones publicadas en el Journal of Medical and Biological Engineering en 2011.
En Israel, el chaleco se usa principalmente en entornos educativos y terapéuticos, pero su portabilidad lo hace ideal para el hogar. BioHug Technologies planea expandir su mercado, reduciendo costos para hacerlo más accesible. Actualmente, el alto costo de producción en pequeñas cantidades limita su alcance, pero la empresa busca economías de escala para beneficiar a más usuarios.
El dispositivo también se adapta a otras condiciones, como el trastorno por estrés postraumático y el dolor crónico. En colaboración con el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, se evalúa su impacto en pacientes con dolor persistente, ya que el estrés exacerba esta condición. Los resultados preliminares sugieren que la reducción del estrés mediante presión profunda altera la percepción del dolor.
Contexto de la investigación del autismo en Israel
Israel se posiciona como un centro global de investigación sobre el autismo, con avances que van más allá del BioHug Vest. La Universidad Hebrea de Jerusalén identificó mutaciones genéticas relacionadas con el TEA, analizando datos de miles de familias. En 2014, esta institución acogió el Primer Simposio Canadá-Israel sobre TEA, fortaleciendo la colaboración internacional. Además, el Instituto Weizmann desarrolló métodos para detectar signos de autismo en niños pequeños mediante escaneos cerebrales durante el sueño.
Organizaciones como ALUT ofrecen apoyo integral a familias, desde el diagnóstico hasta la adultez. Programas como Mifné, en Rosh Piná, tratan a niños con TEA desde los dos años, mientras que la escuela Yad Hamoreh en Jerusalén integra a estudiantes autistas con sus pares neurotípicos. Estas iniciativas complementan tecnologías como el BioHug Vest, creando un ecosistema de apoyo robusto.
La investigación israelí también explora terapias innovadoras. Por ejemplo, Simulars, una plataforma de realidad virtual, ayuda a niños con TEA a enfrentar situaciones sociales. Asimismo, estudios en el Technion de Haifa investigan el uso de cannabis para tratar síntomas del autismo, liderados por científicos como Nasser Amal. Estos esfuerzos consolidan el rol de Israel en la vanguardia de la neurodiversidad.
El BioHug Vest no solo representa un avance tecnológico, sino también el compromiso de Israel con soluciones prácticas para el TEA. Su impacto trasciende fronteras, beneficiando a comunidades globales mientras la investigación en Haifa y otras ciudades continúa expandiendo las posibilidades de tratamiento.