Investigadores de la Universidad Hebrea identifican una molécula que mejora la sensibilidad a la insulina en modelos animales con diabetes tipo 2.
Avance israelí en el tratamiento de la resistencia a la insulina
Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén han identificado una molécula que mejora significativamente la sensibilidad a la insulina en modelos animales con diabetes tipo 2. El descubrimiento, publicado en 2024 en la revista Nature Metabolism, demuestra que esta molécula actúa sobre vías metabólicas clave, reduciendo la inflamación crónica y optimizando el metabolismo de la glucosa. Los experimentos realizados en ratones con obesidad inducida mostraron una disminución del 30% en los niveles de glucosa en sangre tras el tratamiento, sin efectos secundarios significativos. Este avance podría sentar las bases para nuevos tratamientos farmacológicos contra la resistencia a la insulina, una condición que afecta a millones de personas y precede a la diabetes tipo 2.
El equipo, liderado por el Dr. Shmuel Ben-Sasson, se centró en una molécula sintética que modula los receptores de la proteína PPARγ, crucial para la regulación del metabolismo de lípidos y glucosa. A diferencia de fármacos existentes como las tiazolidinedionas, esta molécula no provoca aumento de peso ni retención de líquidos, problemas comunes en tratamientos actuales. Los ensayos preclínicos indicaron que la molécula reduce los niveles de citoquinas proinflamatorias, como TNF-α, en un 25%, lo que contribuye a disminuir la inflamación asociada con la resistencia a la insulina. Los investigadores planean iniciar ensayos clínicos en humanos en 2026.
La resistencia a la insulina ocurre cuando las células del cuerpo, especialmente en el hígado, músculo y tejido adiposo, no responden adecuadamente a la insulina, lo que lleva a un aumento de glucosa en sangre. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de 96 millones de adultos en Estados Unidos tienen prediabetes, una condición vinculada a la resistencia a la insulina. En Israel, aproximadamente el 10% de la población enfrenta problemas relacionados con esta afección, lo que subraya la urgencia de desarrollar tratamientos efectivos.
El estudio también destacó el papel de la inflamación crónica en la resistencia a la insulina. Los investigadores israelíes encontraron que la molécula inhibe la activación de macrófagos proinflamatorios en el tejido adiposo, un factor clave en la progresión de la enfermedad. Los datos muestran que los ratones tratados presentaron una mejora del 40% en la captación de glucosa en el músculo esquelético, lo que sugiere un impacto directo en la eficiencia metabólica.
Claves del descubrimiento de la molécula israelí
- Reducción de glucosa: Disminuyó los niveles de glucosa en sangre en un 30% en modelos animales.
- Antiinflamatoria: Reduce citoquinas como TNF-α en un 25%, mitigando la inflamación crónica.
- Sin efectos secundarios: No causa aumento de peso ni retención de líquidos, a diferencia de las tiazolidinedionas.
- Inicio de ensayos clínicos: Programados para 2026, con potencial para nuevos tratamientos en diabetes tipo 2.
Contexto científico y relevancia global del hallazgo
El descubrimiento se basa en investigaciones previas sobre la señalización de la insulina y el papel de los receptores nucleares en el metabolismo. Estudios de la Universidad de California en 2023 ya habían identificado a PPARγ como un objetivo terapéutico, pero los compuestos desarrollados presentaban limitaciones debido a efectos adversos. La molécula israelí supera estas barreras al actuar de manera selectiva, preservando la función metabólica sin alterar otros procesos celulares. Los investigadores también compararon su compuesto con la metformina, un medicamento estándar para la diabetes tipo 2, y encontraron que la nueva molécula mejora la sensibilidad a la insulina en un 15% más en modelos animales.
La resistencia a la insulina está asociada con otras condiciones como el síndrome de ovario poliquístico, la enfermedad de hígado graso no alcohólico y enfermedades cardiovasculares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes tipo 2 afecta a más de 420 millones de personas en el mundo, y su prevalencia ha aumentado un 20% en la última década. En Israel, el Ministerio de Salud reportó en 2024 un incremento del 12% en los casos de diabetes tipo 2 en adultos jóvenes, lo que resalta la importancia de innovaciones como esta.
El equipo de la Universidad Hebrea colaboró con el Instituto Weizmann de Ciencia para validar los resultados en diferentes modelos animales. Los experimentos incluyeron ratones knockout para genes relacionados con la inflamación, lo que permitió aislar el mecanismo de acción de la molécula. Los datos confirmaron que la molécula no solo mejora la sensibilidad a la insulina, sino que también reduce la acumulación de lípidos tóxicos en el hígado, un factor de riesgo para la esteatosis hepática.
Otros estudios internacionales han explorado enfoques similares. En 2024, un equipo de la Universidad de Oxford publicó en Diabetes Care un análisis sobre el impacto de la inflamación en la resistencia a la insulina, concluyendo que las terapias dirigidas a citoquinas específicas podrían ser más efectivas que los tratamientos actuales. Sin embargo, el compuesto israelí se distingue por su capacidad para actuar simultáneamente sobre la inflamación y el metabolismo de la glucosa, ofreciendo un enfoque más integral.
Perspectivas futuras y desafíos en la investigación

Los investigadores de la Universidad Hebrea planean optimizar la molécula antes de los ensayos clínicos, ajustando su estructura para maximizar su eficacia en humanos. Un desafío clave será escalar la producción del compuesto sin comprometer su estabilidad química. Además, los científicos están explorando combinaciones con otros fármacos, como inhibidores de SGLT2, para potenciar los efectos terapéuticos en pacientes con diabetes tipo 2 avanzada.
El impacto económico de la diabetes es significativo. Según un informe de la Federación Internacional de Diabetes, los costos globales asociados con la enfermedad superaron los 800 mil millones de dólares en 2023. En Israel, el tratamiento de la diabetes representa el 8% del presupuesto nacional de salud, lo que motiva inversiones en investigación como esta. La Universidad Hebrea ha solicitado patentes internacionales para proteger el compuesto, y varias compañías farmacéuticas han mostrado interés en financiar los ensayos clínicos.
El descubrimiento también refleja el liderazgo de Israel en biotecnología. En los últimos cinco años, el país ha registrado más de 200 patentes relacionadas con tratamientos para enfermedades metabólicas, según la Oficina de Patentes de Israel. Instituciones como el Technion y el Centro Médico Hadassah han contribuido a avances similares, consolidando a Israel como un centro de innovación médica.
A pesar del optimismo, los expertos advierten que la transición de ensayos animales a humanos puede presentar obstáculos. Factores como la variabilidad genética y las diferencias en el metabolismo humano podrían influir en la eficacia de la molécula. No obstante, los resultados iniciales son prometedores, y el equipo de la Universidad Hebrea confía en que su compuesto marcará un hito en el tratamiento de la resistencia a la insulina.