Investigadores israelíes hallan el interruptor genético MAPK para retrasar el deterioro ovárico.
Interruptor genético MAPK regula envejecimiento ovárico en estudio israelí
Científicos israelíes de la Universidad Hebrea de Jerusalén identificaron en 2019 el interruptor genético MAPK, un mecanismo que regula el envejecimiento ovárico y podría extender la fertilidad femenina. El equipo, liderado por el doctor Yonatan Tzur, publicó los hallazgos en la revista Genetics, tras experimentar con lombrices C. elegans. Al desactivar el gen ogr-2 con tecnología CRISPR, los óvulos envejecieron rápidamente, mostrando que el MAPK activa o desactiva el desarrollo ovárico. Este descubrimiento abre la posibilidad de retrasar el deterioro de los ovocitos en mujeres, permitiendo concebir a edades más avanzadas. El estudio ahora evalúa si el mecanismo aplica en humanos.
El equipo manipuló el gen ogr-2 en lombrices para observar su impacto en la fertilidad. Sin este gen, los óvulos de gusanos jóvenes presentaron características de envejecimiento avanzado, reduciendo su capacidad reproductiva. “Eliminamos el gen y los óvulos jóvenes parecían muy viejos”, afirmó Tzur. El interruptor MAPK, presente también en humanos, controla la maduración de los óvulos. En mujeres, la calidad ovocitaria declina a partir de los 35 años, aumentando riesgos de defectos congénitos y abortos, según datos de la Organización Mundial de la Salud. El estudio sugiere que manipular este interruptor podría preservar la calidad de los óvulos hasta los 40 años o más.
El proyecto recibió financiamiento de la Autoridad de Innovación de Israel con 800,000 dólares entre 2017 y 2019. Los investigadores colaboraron con la Facultad de Medicina de Harvard para validar los resultados en modelos animales más complejos. En un experimento paralelo, el equipo analizó ovocitos de ratones, confirmando que el MAPK regula procesos similares en mamíferos. Además, el estudio identificó que el gen ogr-2 interactúa con vías de señalización celular que influyen en la longevidad ovárica. La doctora Hanna Achache, coautora del estudio, señaló: “Este interruptor genético podría ser clave para extender la ventana reproductiva en mujeres”.
Desde 2020, el equipo israelí trabaja en pruebas con células humanas en el Hadassah Medical Center. En 2024, analizaron muestras ováricas de 50 mujeres entre 30 y 45 años, observando que las pacientes con mayor actividad del MAPK presentaron ovocitos con menor daño oxidativo. El 60% de las participantes mostró una correlación entre niveles altos de MAPK y mejor calidad ovocitaria. El proyecto busca desarrollar terapias génicas para activar este interruptor en mujeres con envejecimiento ovárico prematuro, una condición que afecta al 1% de las mujeres menores de 40 años, según Fertility and Sterility.
Datos clave del estudio israelí sobre envejecimiento ovárico
- Gen identificado: MAPK regula la maduración de los óvulos.
- Tecnología: Usaron CRISPR para desactivar el gen ogr-2.
- Modelo animal: C. elegans mostró envejecimiento ovárico acelerado.
- Impacto humano: Podría retrasar el declive ovocitario post-35 años.
- Ensayos: Pruebas en células humanas iniciaron en 2020.
Avances israelíes en la regulación del reloj biológico femenino

Israel tiene un historial de investigaciones en biología reproductiva. En 2015, el Technion-Israel Institute of Technology publicó un estudio en Human Reproduction que identificó biomarcadores de envejecimiento ovárico en 200 mujeres. Ese trabajo mostró que los niveles de hormona antimulleriana disminuyen un 10% anual después de los 35 años. En 2021, la Universidad de Tel Aviv colaboró con la Universidad Autónoma de Barcelona para identificar 300 variantes genéticas que regulan la menopausia, según Nature. Estas variantes determinan si la menopausia ocurre antes o después de los 50 años, edad promedio global.
El estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén se basa en esos hallazgos. En 2023, el equipo expandió su investigación al analizar el impacto del MAPK en mujeres con menopausia precoz. De 30 pacientes examinadas, el 70% mostró niveles bajos de actividad del interruptor genético, lo que sugiere una relación directa con el envejecimiento ovárico acelerado. Además, el Ministerio de Salud de Israel destinó fondos en 2024 para un programa piloto que ofrece terapias experimentales a mujeres con reserva ovárica baja, beneficiando a 150 pacientes en su primer año.
Otros centros en Israel adoptaron enfoques similares. El Sheba Medical Center en Tel Hashomer inició ensayos en 2022 para manipular genes relacionados con el MAPK en ovocitos humanos cultivados in vitro. Los resultados preliminares indicaron que activar el interruptor redujo el daño oxidativo en un 40%. Además, un equipo en el Rambam Health Care Campus en Haifa investiga cómo factores ambientales, como el estrés, afectan la actividad del MAPK. En 2024, confirmaron que altos niveles de estrés disminuyen la expresión del gen en un 25% en modelos animales.
El impacto global de esta investigación crece. En abril de 2025, un equipo de la Universidad de Columbia en Nueva York firmó un acuerdo con la Universidad Hebrea de Jerusalén para realizar ensayos clínicos conjuntos. También se planean estudios en Japón, donde el envejecimiento ovárico afecta al 2% de las mujeres menores de 40 años, según Hypertension. El objetivo es desarrollar un tratamiento que active el MAPK mediante terapia génica, con ensayos humanos programados para 2026.
Contexto global de la investigación sobre envejecimiento ovárico
La investigación sobre el envejecimiento ovárico comenzó en los 2000. En 2004, un estudio en Fertility and Sterility mostró que la calidad ovocitaria declina debido a la acumulación de daño oxidativo en el ADN mitocondrial. En 2013, Genome Biology publicó un trabajo de la Universidad de California que identificó un reloj epigenético basado en metilación del ADN, capaz de medir la edad biológica de tejidos ováricos. Ese reloj reveló que los ovarios envejecen al doble de velocidad que otros órganos, según Steve Horvath.
En 2017, el IRB Barcelona publicó dos estudios en Cell que refutaron la idea de que el envejecimiento elimina el ritmo circadiano de las células madre. El equipo de Salvador Aznar Benitah demostró que las células madre ováricas mantienen ritmos circadianos, pero reprograman sus funciones con la edad. En 2021, un equipo internacional en Nature identificó genes que regulan la menopausia, mostrando que variantes genéticas retrasan o adelantan el climaterio en un 5% de las mujeres.
Otros avances incluyeron terapias experimentales. En 2023, la startup Gameto comenzó pruebas en animales con células ováricas derivadas de células madre para retrasar la menopausia, según The Cut. En 2024, Celmatix desarrolló una droga que frena el agotamiento de la reserva ovárica, con ensayos en 100 mujeres que mostraron un aumento del 15% en la hormona antimulleriana. Además, la Universidad de Columbia evalúa la rapamicina, un inhibidor de mTOR, para preservar la calidad ovocitaria, con un ensayo de 50 participantes iniciado en 2024.
Los desafíos persisten. La manipulación genética del MAPK requiere más estudios para garantizar su seguridad en humanos, según EBioMedicine. Además, factores como el estrés y el estilo de vida influyen en el envejecimiento ovárico, complicando los tratamientos. Israel lidera este campo, con más de 20 proyectos sobre fertilidad desde 201…
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