Investigadores de Tel Aviv descubren técnica que modifica proteínas para eliminar células cancerosas en división, efectiva contra cánceres agresivos.
Avance israelí en tratamiento contra el cáncer
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, liderados por la Prof. Malka Cohen-Armon, han desarrollado una técnica que activa un mecanismo de autodestrucción en células cancerosas durante la mitosis. Publicado en la revista Oncotarget en 2017, el estudio revela que la modificación de proteínas específicas interrumpe la división celular, lo que provoca la muerte de células cancerosas sin afectar las sanas. La técnica demostró eficacia en cánceres agresivos, como el cáncer de páncreas y el cáncer de mama triple negativo, reduciendo hasta un 90% de las células tumorales en modelos animales.
El equipo de Cohen-Armon identificó tres proteínas clave que regulan la formación del huso mitótico, una estructura esencial para la segregación de cromosomas durante la división celular. Al modificar estas proteínas con compuestos derivados de fenantridina, como el PJ34, los investigadores lograron distorsionar el huso, impidiendo la división celular. “El mecanismo que identificamos durante la mitosis de las células cancerosas es específicamente atacado por los derivados de fenantridina que probamos”, afirmó Cohen-Armon. Este proceso indujo la muerte celular rápida en células malignas, mientras que las células sanas permanecieron intactas.
El estudio se realizó en xenoinjertos, donde células humanas de cáncer de páncreas se implantaron en ratones inmunodeprimidos. Tras 14 días de tratamiento con PJ34, los tumores mostraron una reducción significativa, con una disminución del 80% al 90% en las células cancerosas 30 días después de finalizar el tratamiento. La investigación, realizada en colaboración con el Centro Médico Sheba y la Dr. Talia Golan, destaca el potencial de esta técnica para desarrollar terapias dirigidas contra cánceres resistentes a tratamientos convencionales.
El PJ34, originalmente desarrollado para tratar accidentes cerebrovasculares, mostró efectos específicos en células cancerosas al provocar anomalías durante la duplicación celular. Este enfoque se probó también en otros tipos de cáncer, como el de mama, pulmón, cerebro y ovario, con resultados prometedores. La técnica no solo reduce tumores, sino que también evita la reincidencia al neutralizar las células malignas durante su división, un proceso crítico para la progresión del cáncer.
Datos clave sobre la técnica de autodestrucción celular
- Proteínas objetivo: Tres proteínas regulan el huso mitótico, esenciales para la división celular.
- Compuesto principal: PJ34, derivado de fenantridina, induce muerte celular en mitosis.
- Eficacia: Reducción del 80-90% de células cancerosas en xenoinjertos de ratones.
- Cánceres tratados: Páncreas, mama triple negativo, pulmón, cerebro y ovario.
- Publicación: Estudio publicado en Oncotarget en 2017, revisado por pares.
Impacto en cánceres agresivos y resistentes
El cáncer de páncreas, conocido por su resistencia a quimioterapias y su baja tasa de supervivencia del 6% a cinco años, representa un desafío clínico significativo. La técnica de Cohen-Armon ofrece una alternativa al atacar selectivamente las células en división, un sello distintivo de los tumores agresivos. En experimentos, los ratones tratados con PJ34 mostraron una disminución drástica en el tamaño de los tumores, lo que sugiere un potencial para prolongar la supervivencia en pacientes humanos.
El cáncer de mama triple negativo, otro tipo de tumor resistente, también respondió al tratamiento. La capacidad de la técnica para dirigirse a células en mitosis sin dañar las sanas la distingue de la quimioterapia convencional, que afecta tejidos sanos y provoca efectos secundarios graves. “Este descubrimiento es muy emocionante porque apunta a un mecanismo exclusivo que elimina las células cancerosas sin dañar las sanas”, afirmó Cohen-Armon en un comunicado de la Universidad de Tel Aviv.
La investigación se basa en trabajos previos del equipo, que en 2017 identificó un mecanismo de muerte celular durante la mitosis. Este hallazgo inicial permitió el desarrollo de compuestos como el PJ34, que actúan como inhibidores selectivos. A diferencia de los inhibidores de PARP1, que no erradicaron las células malignas, los derivados de fenantridina mostraron una eficacia superior al inducir una catástrofe mitótica, un proceso donde las células cancerosas colapsan durante la división.
El equipo de la Universidad de Tel Aviv colabora con instituciones internacionales para avanzar hacia ensayos clínicos. Aunque los estudios en humanos aún están en fase preclínica, los resultados en modelos animales sugieren que la técnica podría integrarse en tratamientos personalizados, adaptados a las características genéticas de cada tumor. La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos está evaluando el PJ34 para ensayos clínicos, un paso crucial para su aplicación en pacientes.
Contexto de innovación médica en Israel
Israel se ha consolidado como un líder en investigación oncológica, con instituciones como la Universidad de Tel Aviv y el Centro Médico Sheba a la vanguarda. En 2019, otro estudio de la misma universidad, liderado por la Prof. Ronit Satchi-Fainaro, identificó un fallo en el sistema inmunológico que amplifica la división de células cancerosas en glioblastoma. Este trabajo complementa los avances de Cohen-Armon al explorar terapias dirigidas a nivel molecular.
En 2023, investigadores de Tel Aviv desarrollaron nanodrogas de ARN para silenciar genes que promueven la metástasis en cáncer de ovario, logrando un 80% de supervivencia en ratones. Estos esfuerzos reflejan el enfoque israelí en combinar nanotecnología, biología molecular y edición genética para combatir el cáncer. La técnica de Cohen-Armon se alinea con esta tendencia, utilizando compuestos químicos para manipular procesos celulares con precisión.
El Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad de Tel Aviv fomenta la colaboración entre científicos y clínicos, integrando investigación básica con aplicaciones prácticas. Este modelo ha permitido avances como el desarrollo de la técnica de autodestrucción celular, que podría transformar el tratamiento de cánceres incurables. La inversión en biotecnología en Israel, que alcanzó los 2.500 millones de dólares en 2022, impulsa estas innovaciones.
El trabajo de Cohen-Armon se suma a otros logros israelíes, como el uso de CRISPR para eliminar tumores de cabeza y cuello en ratones, reportado en 2025. Estos avances posicionan a Israel como un referente en la lucha contra el cáncer, con un enfoque en terapias dirigidas que minimizan el daño a tejidos sanos y mejoran la calidad de vida de los pacientes.