Corea del Sur se sumó el jueves a la estampida hacia la Luna con el lanzamiento de un orbitador lunar que explorará futuros lugares de aterrizaje.
El satélite lanzado por SpaceX está tomando un camino largo y tortuoso para conservar el combustible y llegará en diciembre.
Si tiene éxito, se unirá a las naves espaciales de EE.UU. y la India que ya operan alrededor de la luna, y a un rover chino que explora la cara oculta de la luna.
India, Rusia y Japón tienen nuevas misiones lunares que se lanzarán a finales de este año o el próximo, al igual que una serie de empresas privadas de Estados Unidos y otros países. Y la NASA es la siguiente con el debut de su mega cohete lunar a finales de agosto.
La misión de Corea del Sur, con un coste de 180 millones de dólares, es el primer paso de este país en la exploración lunar. Se trata de un satélite cuadrado, alimentado por energía solar, diseñado para sobrevolar la superficie lunar a sólo 100 kilómetros. Los científicos esperan recoger datos geológicos y de otro tipo durante al menos un año desde esta órbita polar baja.
Es el segundo intento de Corea del Sur en el espacio en seis semanas.
En junio, Corea del Sur lanzó con éxito un paquete de satélites en órbita alrededor de la Tierra por primera vez utilizando su propio cohete. El primer intento, el pasado otoño, fracasó al no alcanzar el satélite de prueba la órbita.