Un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia (UVA) muestra que los niveles de anticuerpos de los receptores de la vacuna de Moderna contra el COVID-19 fueron ligeramente superiores a los de los receptores de la vacuna de Pfizer.
La diferencia se observó sobre todo en sujetos relativamente mayores. Los investigadores tomaron muestras de sangre de 167 empleados de la UVA vacunados entre una semana y 31 días después de su segunda dosis. Unos 79 fueron inoculados con la vacuna de Pfizer y 88 con la de Moderna. La edad media de los participantes era de 42 años, el 38% tenía 50 años o más y el 72% eran mujeres.
Mientras los médicos y los científicos intentan comprender este virus y cómo responder a él, el estudio de la UVA aporta una pequeña pero significativa pieza al rompecabezas. Sin embargo, los científicos advirtieron que no se deben sacar conclusiones sobre la eficacia de las vacunas basándose únicamente en los datos de los anticuerpos.
Afirmaron que ambas vacunas tuvieron un rendimiento “excepcional” tras ser administradas a millones de personas en todo el mundo.
Tanto Moderna como Pfizer utilizan ARNm (ARN mensajero) para enseñar al sistema inmunitario a defenderse de la proteína de espiga de COVID-19, que es exclusiva del virus.
Aunque ambas vacunas son similares, las formulaciones químicas difieren ligeramente, ya que Moderna utiliza más ARNm que Pfizer. Esto proporcionó el catalizador para que los investigadores cuantificaran y compararan las respuestas de los anticuerpos a las vacunas.
Los resultados fueron que los anticuerpos de Moderna eran de 68,5 microgramos por mililitro (µg/mL), y de 45,9 para Pfizer.
Para estudiar el efecto de la edad en la respuesta de los anticuerpos, los científicos dividieron a los participantes en menores de 50 años y mayores de 50 años.
Los resultados mostraron que los receptores de Pfizer de 50 años o más produjeron menos anticuerpos (31,1 µg/mL) que los más jóvenes (59,0 µg/mL) después de la segunda dosis. Esta discrepancia no se observó en los participantes vacunados con Moderna; los científicos especulan que la diferencia se debe a que Moderna utiliza más del triple de ARNm que Pfizer en su vacuna.
Los investigadores señalan que no analizaron específicamente los anticuerpos “neutralizantes”, es decir, el tipo de anticuerpos que impiden que el virus entre en las células. Tampoco analizaron las células T y B, que desempeñan un papel importante en el sistema inmunitario del organismo. Todavía es necesario investigar y estudiar mucho para entender el COVID-19.
Mientras los científicos avanzan en la investigación de la COVID-19, el inmunólogo de la UVA Jeffrey Wilson, respaldó firmemente tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna. Ambas reducen en gran medida el riesgo de enfermedad grave o muerte, afirma Wilson. Los investigadores y científicos siguen estudiando la eficacia a largo plazo de las vacunas y si serán necesarias las vacunas de refuerzo, especialmente entre las personas mayores, que pueden no tener una respuesta inmunitaria tan fuerte como los jóvenes.
A medida que aumentan los casos, Wilson pide a los que aún no se han vacunado: “Por favor, pónganse la vacuna”.