No es ningún secreto que el sexo se considera una de las formas más sencillas y divertidas de activar el cuerpo. No hemos hecho pruebas, pero suponemos que la mayoría de la gente lo prefiere a levantar pesas en el gimnasio o a sudar al aire libre. Para la mayoría de nosotros no se siente como un trabajo duro que requiera esfuerzo alguno. La cuestión de cuánto contribuye realmente el sexo a la forma física fascina a muchas personas, por lo que es comprensible que se haya estudiado ampliamente incluso en diversas instituciones académicas de todo el mundo.
Ahora, un nuevo estudio, el primero de su clase, realizado por investigadores españoles de la Universidad de Almería. En él, trata de ordenar todos los datos recogidos sobre el tema a lo largo de los años, para explicar de la manera más razonable posible si el sexo afecta realmente a nuestra condición física, cómo y en qué medida. El estudio en cuestión es una revisión sistemática que examinó 18 estudios previos hechos entre 1956 y 2020. Incluyó datos de 349 personas: 264 hombres y 85 mujeres.
Cuando se habla de sexo, cada persona lo hace de modo diferente y hay muchos factores que afectan a la contribución a la salud, ya sea la duración, el grado de intensidad, las posturas y más. En general, los investigadores españoles han visto que, en muchos casos, el sexo se considera un “ejercicio de intensidad moderada”, al igual que el footing, nado normal, o la bicicleta.
En los estudios examinados participaron personas de diferentes orígenes y con diversos hábitos sexuales, aunque fueron más los hombres que aceptaron participar en ellos. Los estudios también se realizaron con métodos diferentes, pero lo que todos tenían en común era que no se conformaban con los consabidos cuestionarios. Pedían a las personas que mantuvieran relaciones sexuales, mientras los expertos controlaban sus índices físicos, incluidos el pulso, la presión arterial y el nivel de oxígeno en sangre. Tal vez esto explique la baja capacidad de respuesta entre mujeres. Los investigadores también examinaron la presión sobre los músculos y las articulaciones durante y después de la actividad.
Entonces, ¿cuántas calorías se queman realmente?
Antes de llegar a las conclusiones del estudio español, es importante detenerse en un dato que afecta mucho a la contribución del sexo a la salud, la duración del acto. Ya hemos dicho que los hábitos sexuales son diferentes en cada persona, y otro estudio sobre el tema demuestra lo amplio que es este abanico. El estudio incluyó datos de 500 parejas a las que se les pidió que midieran el tiempo de su acto, y la cifra osciló entre 33 segundos y 44 minutos, con una duración media de 5,4 minutos.
Por supuesto, la lógica es que cuanto más tiempo se “aguante” más calorías se quemarán, pero investigadores españoles de la Universidad de Almería destacan que, de media, las parejas solo queman unas 100 calorías en el sexo. A modo de comparación, una sola rebanada de pan tiene una media de unas 264 calorías.
Los investigadores españoles también descubrieron que el ritmo cardíaco aumenta de media de 90 a 130 latidos por minuto durante el coito, mientras que durante el orgasmo se puede registrar una media de 170 latidos por minuto.
De nuevo, a modo de comparación, en reposo, la frecuencia cardíaca de las personas sanas oscila entre 60 y 100 latidos por minuto.
Posturas peligrosas y seguras: No es lo que pensabas
Cuando se practica el sexo, por supuesto no se hace principalmente para quemar calorías, y probablemente la forma física no sea lo más importante para usted en este evento.
Junto con el placer, el sexo tiene muchos y considerables beneficios para la salud, pero si no tenemos cuidado, también puede afectarnos negativamente. En este contexto, no nada más se trata de enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados, sino también de problemas ortopédicos inesperados. Este tema también ha sido revisado en la investigación española, y estas conclusiones pueden sorprenderte.
Empecemos por la noticia que no sorprende: las lesiones de columna y lumbares fueron las más frecuentes en las relaciones sexuales, como consecuencia del mayor y repetido uso de los músculos de las piernas. Lo que sí ha conseguido sorprender (a nosotros al menos) es que la postura más peligrosa según el estudio es la del “misionero” y la de la mujer arriba y el hombre tumbado. Los expertos explican que esta postura es peligrosa para ambas partes, ya que provoca una importante presión sobre la columna vertebral y la zona lumbar.
¿Y cuál es la postura más “saludable” para el cuerpo? Aunque no lo creas, los académicos eruditos recomiendan el “estilo perrito” para evitar lesiones y tensiones en el sistema óseo. Además, destacan que las lesiones en los hombros también son comunes durante el acto sexual, ya que ambos miembros de la pareja suelen intentar ajustarse a ella, lo que hace que se bloquee el hombro y se ejerza presión sobre él. Y sí, por si te lo estabas preguntando, esto también ocurre con la “cuchara” si eres bendecida con una pareja que quiere abrazar al final.
Sin embargo, los investigadores también advirtieron y subrayaron que no se han realizado muchos estudios de forma ordenada y exhaustiva sobre este relevante tema.
Además, de modo un tanto desconcertante, la mayoría de las investigaciones sobre el asunto se han publicado en un pasado lejano y se ha hecho muy poco en la última década. Los investigadores subrayaron que se trata de una oportunidad para que más científicos utilicen las últimas tecnologías para medir con mayor precisión cómo afecta realmente a la salud una de las acciones más importantes y placenteras de nuestra vida.