El Aston Martin Valkyrie AMR Pro es uno de los coches de carretera más ambiciosos de la historia, lo que explica en parte que haya tardado en llegar. Este experimento científico de 1.000 CV a 11.000 rpm pretende acercarnos a un coche de F1 para la carretera como nunca habíamos visto. Si un vídeo en el que se le ve dando vueltas en Laguna Seca sirve de algo, el Valkyrie podría estar a la altura de esa misión.
El coche estaba allí para el Hypercar Invitational, un evento de tres días centrado en los coches más salvajes y caros que existen. El Valkyrie ciertamente cumple con ambos requisitos, con un precio que debe rondar los 4,3 millones de dólares. Así es un coche con una cifra de potencia de cuatro dígitos y un peso en vacío que se dice que está por debajo de las 2200 libras.
Sin embargo, cualquier empresa puede ofrecer una potencia loca y un peso ligero. Donde el Valkyrie demuestra realmente su herencia de la F1 es en su compartimento del motor, con una planta motriz chillona y un límite de revoluciones solo rivalizado por el igualmente absurdo Gordon Murray Automotive T.50. Como demuestra este vídeo, el Valkyrie iguala el tono y la brutalidad de un coche de F1. Si nuestro primer adelanto de la conducción fue algo que nos sirvió de guía, también se sentirá igual de salvaje.