El vehículo científico Perseverance de la NASA ha recogido y guardado la primera de las numerosas muestras de minerales que la agencia espacial estadounidense espera recuperar de la superficie del Planeta Rojo para analizarlas en la Tierra.
Las herramientas instaladas en el Perseverance y manejadas por los especialistas de la misión del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, cerca de Los Ángeles, perforaron un núcleo de roca de un grosor ligeramente superior al de un lápiz en el lecho de un antiguo lago marciano, y luego lo sellaron herméticamente en un tubo de muestras de titanio dentro del rover.
La hazaña, realizada el 1 de septiembre y confirmada públicamente por la NASA a última hora del lunes, supuso la primera muestra mineral de este tipo obtenida de la superficie de otro planeta, según la agencia espacial.
El jefe de la NASA y ex astronauta Bill Nelson lo saludó como “un logro trascendental”.
La agencia espacial tiene previsto recoger hasta 43 muestras de minerales en los próximos meses del suelo del cráter Jerezo, una amplia cuenca donde los científicos creen que fluyó el agua y pudo florecer la vida microbiana hace miles de millones de años.
Se espera que el vehículo de seis ruedas, del tamaño de un todoterreno, explore también las paredes de sedimentos depositados al pie de un delta fluvial remanente que en su día se grabó en una esquina del cráter y que se considera un lugar privilegiado para su estudio.
La recogida de minerales es el núcleo del proyecto Perseverance, de 2.700 millones de dólares.
Está previsto que dos futuras misiones a Marte, llevadas a cabo conjuntamente por la NASA y la Agencia Espacial Europea, recuperen esos especímenes en la próxima década y los devuelvan a la Tierra, donde los astrobiólogos los examinarán en busca de signos de pequeños organismos fosilizados.
Estos fósiles representarían la primera prueba concluyente de que la vida ha existido alguna vez más allá de la Tierra.
Perseverance, el quinto y más sofisticado rover que la NASA ha enviado a Marte desde que llegó el primero, Sojourner, en 1997, aterrizó en el cráter Jerezo en febrero tras un vuelo de 293 millones de millas desde la Tierra.
El éxito de la primera recogida de muestras, tomada de una roca plana del tamaño de un maletín utilizando el taladro rotatorio-percutorio en el extremo del brazo robótico de Perseverance, se verificó a través de las imágenes tomadas por las cámaras del rover mientras se medía, catalogaba y almacenaba la muestra, dijo la NASA.
El sistema de muestreo y almacenamiento del rover, compuesto por más de 3.000 piezas, fue descrito por el director interino del JPL, Larry James, como “el mecanismo más complejo jamás enviado al espacio”.