Una empresa israelí especializada en la eliminación de gases de calentamiento global de la atmósfera y en la generación de créditos de carbono se ofrece a calcular la huella de carbono de cada israelí que asista a la conferencia sobre el clima COP27 de la ONU en Egipto, y ofrecer una forma de compensar las emisiones relacionadas con el viaje.
Terrra, una empresa de emprendedores de la sostenibilidad, considera que la rehabilitación de los humedales es una atractiva oportunidad empresarial y medioambiental, así como una fuente de remuneración para los kibbutzim del país.
Los humedales eliminan y almacenan grandes cantidades de dióxido de carbono. Esto los convierte en una fuente ideal de créditos de carbono, que pueden venderse a empresas que necesitan compensar sus emisiones para cumplir ciertas normas ecológicas.
Con el objetivo de crear el primer proyecto de créditos de carbono basado en la naturaleza en Israel que cumpla las normas internacionales, Terrra se ha asociado con la Sociedad para la Protección de la Naturaleza de Israel para “reintroducir” un estanque de peces en desuso en Kfar Ruppin, un kibutz del norte del valle del Jordán, y utilizar el humedal rehabilitado como fuente de generación de créditos de carbono en efectivo.

Ahora tiene cinco proyectos de rewilding en marcha, y espera rehabilitar 5.000 dunams (más de 1.200 acres) de antiguos estanques piscícolas en todo el país y utilizarlos como laboratorio de rewilding, pruebas y recogida de datos.
Se calcula que más de 1.000 israelíes han acudido a la conferencia de la COP en Sharm el-Sheikh, y los cofundadores de Terrra, Nachi Brodt y Yuval Lavi, dijeron que veían en ello una oportunidad para concienciar sobre la huella de carbono. Esperan que los asistentes a la COP28 del próximo año en Abu Dhabi tengan en cuenta sus emisiones.
Invitan a la gente a rellenar cuestionarios en los que se pregunte por el medio de transporte, el número de pasajeros si vinieron en coche, la duración de la estancia, el tipo de alojamiento y si su comida fue vegetariana o no (la producción de carne provoca importantes emisiones).
Por cada formulario presentado, Terrra calculará las emisiones de carbono aproximadas y ofrecerá compensarlas mediante créditos de carbono generados por la repoblación del estanque de Kfar Ruppin.
Una persona que haya venido durante cinco días, que haya viajado en coche con otras personas, que se haya alojado en Airbnb y que haya comido comida vegetariana puede haber emitido unos 200 kilogramos de gases de calentamiento global, valorados en 20 dólares, estimó Brodt. Las personas que volaron, comieron carne y se alojaron en un hotel de lujo tendrán una huella de carbono más cercana a los 600 kilogramos, con un coste de 60 dólares.
Brodt señaló que la absorción de carbono en el estanque de Kfar Ruppin cumplía varios de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU que el mundo ha acordado (pero que es muy poco probable que cumpla) para 2030: garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos; la acción climática; y la vida en la tierra.