El físico teórico Yehuda Ashkelon estableció un nuevo récord en Israel al memorizar y recitar 25.333 decimales de la constante matemática Pi (π). Con esta hazaña, lograda en la Universidad Ben-Gurion, también alcanzó el récord mundial de memorización de Pi en español. Su recitación duró 6 horas y 28 minutos, superando ampliamente el récord previo en español, que era de 20.000 decimales.
Su logro lo posiciona en el noveno puesto a nivel mundial y representa la mayor cantidad de decimales de Pi jamás recitados en Israel en cualquier idioma. La recitación tuvo lugar el 10 de marzo, antes del Día de Pi, que se celebra el 14 de marzo (3,14, en referencia a los primeros dígitos de Pi). Según Ashkelon, la fecha elegida se debió a que el 14 coincidía con el viernes previo al Shabat y el festival de Purim. Matemáticos y académicos de diversas instituciones asistieron al evento para verificar el récord.
Hasta la fecha, la mayor cantidad de decimales de Pi memorizados corresponde a Rajveer Meena de la India, quien recitó 70.000 el 21 de marzo de 2015.
Ashkelon explicó que su interés en memorizar Pi comenzó en España, donde vivió durante varios años. Durante la pandemia de COVID-19, encontró más tiempo para desafíos intelectuales y convirtió la memorización de Pi en un ejercicio de disciplina cognitiva.
La constante matemática Pi, representada por la letra griega π, expresa la relación entre la circunferencia de un círculo y su diámetro. Se trata de un número irracional que comienza con 3,14 y se extiende infinitamente sin seguir un patrón repetitivo.
Más allá de su relevancia en matemáticas, Ashkelon destacó que Pi conecta distintos ámbitos del conocimiento, desde la cosmología hasta la Cábala. Sobre técnicas de memorización, señaló que el secreto no radica en la repetición mecánica, sino en la estructuración de los dígitos.
Comparó los números con palabras, indicando que su significado depende del orden en el que se presentan. Para él, agrupar cifras en patrones, construir paisajes mentales o integrarlas en narrativas facilita la retención. La mente recuerda lo que percibe como bello, por lo que transformar la secuencia en algo visual, rítmico o conceptual puede potenciar la memorización.
Tras este récord, Ashkelon evalúa la posibilidad de continuar memorizando más decimales de Pi. Expresó que sintió que podía haber llegado aún más lejos y concluyó con una reflexión sobre la importancia de Pi, considerándolo no solo una sucesión de números, sino una posible clave en la estructura del cosmos.