Un nuevo informe publicado en la revista médica The Lancet afirma que las vacunas son lo suficientemente eficaces para prevenir el COVID-19 grave como para que no sea necesario actualmente administrar terceras dosis a la población en general.
Algunos países, entre ellos Israel, han empezado a ofrecer vacunas de refuerzo por temor a la variante Delta, mucho más contagiosa, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a pedir una moratoria sobre las terceras vacunas en medio de la preocupación por el suministro de vacunas a los países más pobres, donde millones de personas aún no han recibido la primera.
Pero el informe de The Lancet concluye que, incluso con la amenaza de Delta, “las dosis de refuerzo para la población general no son apropiadas en esta fase de la pandemia”.
Los autores, que revisaron estudios observacionales y ensayos clínicos, descubrieron que las vacunas siguen siendo muy eficaces contra los síntomas graves del COVID-19, en todas las variantes principales del virus, incluida la Delta, aunque tuvieron un éxito menor en la prevención de la enfermedad asintomática.
“Si las vacunas se despliegan allí donde serían más útiles, podrían acelerar el fin de la pandemia al inhibir una mayor evolución de las variantes”, afirma la autora principal, Ana-Maria Henao-Restrepo, de la OMS.
Los autores del estudio sostienen que las variantes actuales no se han desarrollado lo suficiente como para escapar a la respuesta inmunitaria proporcionada por las vacunas actualmente en uso, y si surgieran nuevas mutaciones del virus capaces de evadir esta respuesta, sería mejor administrar refuerzos de vacunas especialmente modificadas dirigidas a las nuevas variantes en lugar de las basadas en las vacunas existentes.