Israel planea invertir 113 millones de NIS (equivalentes a 31 millones de dólares) para la creación de un centro de investigación y desarrollo con el propósito de impulsar el avance en tecnología médica al combinar biología con ciencias afines.
Plan de licitación para el establecimiento de un centro de bioconvergencia
La Autoridad de Innovación de Israel, ente responsable de la implementación de las políticas tecnológicas del país, ha dado a conocer la propuesta de licitación para la construcción del mencionado centro. Este espacio estará orientado a brindar las condiciones adecuadas de I+D que las nuevas empresas requieren para desarrollar biodispositivos a partir de biochips. Este movimiento forma parte del programa nacional israelí de bioconvergencia.
El concepto de bioconvergencia describe a una industria en crecimiento que fusiona la biología con disciplinas de ingeniería como la electrónica, inteligencia artificial, física, ciencias computacionales, nanotecnología, ciencia de materiales e ingeniería genética. La meta es abordar desafíos de salud a nivel global. Los biochips, por su parte, son microdispositivos de última generación que combinan biología, ingeniería y microtecnología.
Estos microchips compactos poseen la capacidad de integrar diversas funciones de laboratorio en una sola plataforma. Tienen la habilidad de analizar muestras biológicas como células, proteínas y ADN, e igualmente pueden ejecutar reacciones biológicas como la decodificación de genes, de manera similar a un chip informático ejecutando diversas tareas matemáticas. Son útiles en sectores como la atención sanitaria, el diagnóstico y la investigación farmacéutica para secuenciación de ADN, desarrollo de fármacos, diagnóstico y supervisión de procesos biológicos, entre otros.
Desafíos y oportunidades en la industria de la bioconvergencia
La Autoridad de Innovación de Israel ha señalado que las empresas interesadas en desarrollar biodispositivos basados en biochips necesitan conocimientos en una variedad amplia de sectores y campos multidisciplinares, que abarcan desde biología y ingeniería hasta software. Esto resulta en un costo elevado y se convierte en una barrera para el proceso de desarrollo.
El Dror Bin, Director General de la Autoridad de Innovación de Israel, ha expresado que el campo de la bioconvergencia posee un gran potencial para impulsar el crecimiento y diversificar la industria israelí. Según Bin, es esencial para Israel, siendo un líder global en tecnología e innovación, mantenerse en la vanguardia ante el constante cambio tecnológico y en el contexto de una intensa competencia mundial.
Como parte de la licitación, la Autoridad Israelí para la Innovación ha convocado a las empresas a presentar propuestas para obtener financiación con el objetivo de construir la infraestructura de I+D necesaria para desarrollar biodispositivos basados en chips. Estos serán utilizados para aplicaciones como sensores de diagnóstico ambiental, implantes inteligentes para tratamiento y diagnóstico, tecnologías lab-on-chip y organ-on-chip.
El nuevo centro de I+D: un catalizador para el sector
Las empresas y organizaciones que puedan proveer servicios en áreas como la infraestructura de fabricación de chips, herramientas de software, equipos de análisis, laboratorios húmedos e infraestructura de bioimpresión para apoyar la investigación, desarrollo, creación de prototipos y validación de biodispositivos, serán elegibles para recibir financiación.
Según Bin, la licitación es de gran importancia no solo por el voluminoso presupuesto implicado, sino también por su potencial para impulsar este sector. Con el tiempo, la intención es establecer un centro único de reconocido prestigio internacional que impulse el ecosistema israelí y propicie la emergencia de un nuevo sector dentro de la floreciente industria de alta tecnología del país.
Se espera que el centro cuente con equipos e investigadores de múltiples disciplinas que trabajen en conjunto para prestar servicios de I+D a empresas emergentes e instituciones de investigación académica israelíes. Israel ha identificado la bioconvergencia como una prioridad nacional de I+D.