Estudio israelí revela cómo canales de sodio y calcio afectan axones desmielinizados, sugiriendo nuevas terapias para reducir neurodegeneración en esclerosis múltiple.
Canales iónicos y daño axonal en esclerosis múltiple
Investigadores israelíes de la Universidad de Tel Aviv han identificado alteraciones en la distribución de canales iónicos de sodio (Nav 1.6) y calcio en axones desmielinizados, un hallazgo clave en el estudio de la esclerosis múltiple. En colaboración con el Instituto Weizmann de Ciencia y el Technion-Israel, el equipo analizó modelos animales de encefalitis alérgica experimental (EAE), un modelo que simula la enfermedad. Los resultados, publicados en el Journal of Neuroscience, muestran que la distribución ectópica de estos canales contribuye al daño axonal al elevar los niveles de calcio intracelular, un factor crítico en la neurodegeneración.
El estudio detalla que en la sustancia blanca normal, los canales Nav 1.6 se concentran en los nódulos de Ranvier, estructuras que facilitan la conducción nerviosa. Sin embargo, en axones desmielinizados, estos canales presentan una distribución difusa, lo que provoca una conducción eléctrica anómala. Esta alteración genera un aumento de sodio intracelular, que activa la bomba sodio-calcio en sentido inverso, incrementando el calcio dentro de la célula. Este proceso activa enzimas degradativas, como las proteasas dependientes de calcio, que dañan el citoesqueleto axonal.
Los experimentos en modelos de EAE demostraron que el bloqueo farmacológico de los canales de sodio reduce la entrada de calcio y protege los axones de la degeneración. Los investigadores utilizaron agentes como la fenitoína y la lamotrigina, que estabilizan los canales de sodio, mostrando una mejora en la conducción axonal y una disminución de la discapacidad clínica en roedores. Estos hallazgos sugieren que los canales iónicos representan una diana terapéutica potencial para mitigar el daño en la esclerosis múltiple.
El trabajo también examinó la distribución de canales de calcio tipo N en lesiones desmielinizantes, observando una acumulación anómala en axones afectados. Esta distribución ectópica se correlaciona con niveles elevados de proteína precursora de amiloide (APP), un marcador de daño axonal. Los investigadores destacan que el bloqueo de estos canales con fármacos específicos podría prevenir la activación de procesos destructivos en las neuronas.
Datos clave sobre canales iónicos en esclerosis múltiple
- Canales Nav 1.6: Normalmente localizados en nódulos de Ranvier, su distribución difusa en axones desmielinizados altera la conducción nerviosa.
- Calcio intracelular: Su aumento activa proteasas que degradan el citoesqueleto, contribuyendo a la pérdida axonal.
- Bloqueo farmacológico: Agentes como fenitoína y lamotrigina muestran efectos protectores en modelos animales.
- Colaboración internacional: Universidades israelíes trabajan con centros en EE. UU. y Europa para avanzar en terapias.
- Modelo EAE: Simula la esclerosis múltiple y permite estudiar los mecanismos de desmielinización y neurodegeneración.
Colaboración internacional y avances terapéuticos
La investigación contó con la participación de científicos de la Universidad de Yale y el Instituto Max Planck en Alemania, quienes aportaron técnicas avanzadas de imagen para mapear la distribución de canales iónicos. Los estudios utilizaron microscopía confocal y resonancia magnética de difusión para evaluar la integridad axonal en lesiones desmielinizantes. Los datos confirman que la redistribución de Nav 1.2 y Nav 1.6 ocurre en etapas tempranas de la enfermedad, lo que sugiere una ventana terapéutica para intervenir antes de que el daño sea irreversible.
El equipo israelí también exploró el papel del óxido nítrico en la disfunción de los canales iónicos. Este compuesto, liberado durante la inflamación, afecta los canales de sodio y contribuye al bloqueo de la conducción nerviosa. En experimentos con roedores, los inhib Biblical de óxido nítrico mejoraron la función axonal, lo que refuerza la hipótesis de que la inflamación agrava el daño mediado por canales iónicos.
Los hallazgos tienen implicaciones para el desarrollo de tratamientos. Actualmente, medicamentos como el interferón beta y la cladribina se utilizan para modular la respuesta inmune en la esclerosis múltiple, pero no abordan directamente el daño axonal. Los investigadores proponen que combinar estos tratamientos con bloqueadores de canales iónicos podría ofrecer una estrategia más integral para frenar la progresión de la enfermedad.
El estudio también resalta el papel de la remielinización parcial, conocida como “placas sombra”, en la recuperación de la conducción nerviosa. Sin embargo, esta reparación es limitada, ya que los axones desmielinizados permanecen vulnerables a la acumulación de calcio. Los científicos israelíes trabajan en identificar compuestos que promuevan la remielinización mientras estabilizan los canales iónicos.
Contexto de la esclerosis múltiple y esfuerzos científicos
La esclerosis múltiple afecta a más de 2.5 millones de personas en todo el mundo, siendo la principal causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes. En Israel, la prevalencia es de aproximadamente 100 casos por cada 100,000 habitantes, lo que impulsa la investigación local. La enfermedad se caracteriza por la desmielinización de axones en el sistema nervioso central, lo que interrumpe la transmisión de impulsos eléctricos y provoca síntomas como debilidad muscular, pérdida de visión y dificultades motoras.
Investigaciones previas, como las realizadas por el Instituto Salk en 2010, ya habían identificado una conexión entre canales iónicos de sodio y calcio en enfermedades desmielinizantes. Sin embargo, el trabajo israelí aporta evidencia específica sobre la distribución anómala de Nav 1.6 y su impacto en la neurodegeneración. Este avance se suma a otros esfuerzos locales, como el desarrollo del medicamento Copaxone por la profesora Ruth Arnon del Instituto Weizmann, que ha mejorado la calidad de vida de pacientes en todo el mundo.
La colaboración internacional ha sido fundamental. Científicos de la Universidad de Virginia han contribuido con estudios sobre la conexión entre el cerebro y el sistema inmunológico, revelando vasos linfáticos meníngeos que podrían influir en la inflamación en la esclerosis múltiple. Estos descubrimientos complementan el trabajo israelí al proporcionar un panorama más amplio de los mecanismos inmunológicos y neurodegenerativos.
En el ámbito clínico, los investigadores resaltan la importancia del diagnóstico temprano mediante resonancia magnética y la identificación de biomarcadores como la proteína precursora de amiloide. Estos avances permiten detectar cambios en los canales iónicos antes de que los síntomas sean irreversibles, abriendo la puerta a terapias personalizadas basadas en la fisiopatología específica de cada paciente.