Compañías de Israel y China anunciaron el lunes que estaban instalando un laboratorio para procesar alrededor de 3.000 pruebas de coronavirus al día para los árabes en Judea, Samaria y Gaza.
No se anunció dónde se ubicaría la instalación, que se financiaría con donaciones.
BGI Group, una compañía de secuenciación de genomas con sede en el sur de China, abrió laboratorios en Wuhan en el punto álgido de la crisis allí. Se está asociando con AID GENOMICS, una compañía de pruebas de genoma con sede en Rehovot, y con fundaciones benéficas.
El Ministerio de Salud congeló recientemente los planes de la empresa israelí MyHeritage para establecer un laboratorio de coronavirus en Israel junto con BGI Group.
Existe la preocupación de que un brote pueda propagarse rápidamente y abrumar los ya precarios sistemas de salud en Judea y Samaria, así como en Gaza. Hasta ahora, las autoridades palestinas han dicho que 226 personas en Judea y Samaria, y la Franja de Gaza, han sido infectadas por el virus, incluyendo 21 que se recuperaron y una que murió.
Un portavoz del Ministerio de Salud dirigido por Hamás dijo el domingo que las autoridades de la Franja de Gaza casi se han quedado sin equipos para analizar el coronavirus altamente contagioso.
Los profesionales médicos en Gaza habían realizado, hasta el sábado, 1.157 pruebas a personas para COVID-19, según un documento del ministerio. También había 1.897 personas en instalaciones de cuarentena en el enclave costero, según el documento.
Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Autoridad Palestina han proporcionado a las autoridades de Gaza los materiales de prueba de coroanvirus.
El Ministerio de Salud de Gaza ha dicho que todos los infectados por el coronavirus en Gaza han sido puestos en cuarentena y no se han mezclado con la población en general.
A principios de marzo, Abdelnasser Soboh, jefe de la suboficina de la Organización Mundial de la Salud en Gaza, dijo que la infraestructura sanitaria del enclave costero no podría manejar cientos o miles de casos de coronavirus.
“El sistema de salud de Gaza ya está tambaleante y apenas funciona. No puede asumir la carga de un gran número de casos”, dijo a The Times of Israel, advirtiendo que ese escenario podría contribuir a su colapso.
Los hospitales de Gaza suelen carecer de suficientes medicamentos y equipo médico y a menudo dependen de generadores de reserva para mantener un flujo constante de energía.
El bloqueo de Israel a Gaza, que ha contado con la ayuda de Egipto, ha socavado considerablemente el sector de la salud del territorio. Los funcionarios israelíes sostienen que el bloqueo, una serie de restricciones a la circulación de bienes y personas, se ha establecido para impedir que Hamás y otros grupos terroristas importen armas, o los medios para fabricarlas, a Gaza.
El jueves pasado, Gerald Rockenschaub, jefe de la misión de la OMS a los palestinos, dijo que solo hay 87 ventiladores en Gaza, mientras que señaló que hasta el 80 por ciento de ellos ya estaban en uso. Los pacientes con casos graves de COVID-19 en todo el mundo han necesitado ventiladores para mantenerse con vida.
En el último mes, la Autoridad Palestina ha tomado una serie de medidas drásticas para prevenir la propagación del coronavirus en Judea y Samaria, incluyendo una fuerte restricción de la libertad de movimiento.
Durante más de una semana, los funcionarios palestinos han advertido que el número de casos en Judea y Samaria podría aumentar drásticamente si los palestinos que regresan de sus trabajos en Israel no se ponen debidamente en cuarentena.