PrePex, creado por israelíes y aprobado por la OMS en 2013, facilita circuncisiones no quirúrgicas, beneficiando a 350,000 hombres en África y Asia.
Innovación israelí revoluciona la circuncisión en el mundo
PrePex, un dispositivo médico desarrollado por la empresa israelí Circ MedTech, transforma la práctica de la circuncisión masculina al ofrecer un método no quirúrgico que elimina la necesidad de suturas, anestesia inyectable y entornos estériles. Aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 31 de mayo de 2013, este sistema utiliza un anillo elástico y un anillo plástico para comprimir el prepucio, interrumpiendo el flujo sanguíneo hasta que el tejido se desprende de forma natural tras una semana. Desde su implementación en 2010, más de 350,000 hombres en 14 países de África y Asia se beneficiaron de este procedimiento, que reduce significativamente el riesgo de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, en aproximadamente un 60%.
El dispositivo, creado en Herzliya, Israel, responde a la iniciativa de la OMS y UNAIDS de 2007, que promovió la circuncisión masculina como estrategia de prevención del VIH en regiones de alta prevalencia. PrePex se distingue por su simplicidad: dos enfermeros pueden realizar el procedimiento en cuatro minutos, sin requerir cirujanos ni quirófanos. Esto lo hace ideal para entornos de bajos recursos, como zonas rurales de África subsahariana, donde la infraestructura médica es limitada. Además, el costo por procedimiento es un 50% menor que los métodos quirúrgicos tradicionales, con un precio de aproximadamente 12 dólares por unidad desechable.
En 2012, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aprobó PrePex, y en 2016, la OMS extendió su autorización para incluir a adolescentes mayores de 13 años, ampliando su impacto. Países como Ruanda, Uganda, Sudáfrica y Zimbabue integraron el dispositivo en programas nacionales de circuncisión voluntaria, con metas ambiciosas: Ruanda planeó circuncidar a 700,000 hombres entre 2013 y 2018, mientras que Zimbabue apuntó a 1.3 millones. Hasta 2016, se realizaron más de 125,000 procedimientos en 12 países, con un índice de satisfacción del paciente superior al 90%, según estudios de la OMS.
El diseño de PrePex minimiza complicaciones. A diferencia de la cirugía, que requiere seis semanas de recuperación, este método permite a los pacientes retomar actividades diarias de inmediato, con un tiempo de cicatrización de unas ocho semanas. Los efectos adversos, como dolor leve durante la extracción del dispositivo, afectan a menos del 2% de los casos, según un estudio en Uganda publicado en PLOS ONE en 2014. Sin embargo, en 2014, Ruanda y Uganda reportaron tres casos de tétanos, dos de ellos fatales, lo que generó preocupaciones temporales sobre el dispositivo.
Datos clave sobre PrePex y su impacto global
- Aprobaciones internacionales: FDA en 2012, OMS en 2013 para adultos y 2016 para adolescentes.
- Reducción de VIH: Disminuye el riesgo de infección por VIH en un 60% en hombres heterosexuales.
- Costo accesible: 12 dólares por procedimiento, 50% menos que la cirugía tradicional.
- Alcance: Más de 350,000 procedimientos en 14 países de África y Asia hasta 2019.
- Eficiencia: Procedimiento de 4 minutos realizado por enfermeros, sin necesidad de quirófano.
Expansión y desafíos del dispositivo PrePex en África
La adopción de PrePex en África enfrentó obstáculos iniciales. En Sudáfrica, en 2014, el Congreso de Sindicatos Sudafricanos (COSATU) se opuso a su uso por su origen israelí, exigiendo un boicot. A pesar de esto, el dispositivo se implementó en sitios no gubernamentales, y el gobierno sudafricano estudió su introducción en hospitales públicos para 2015. En otros países, como Lesotho, Malawi y Tanzania, el Plan de Emergencia del presidente de EE. UU. para el Alivio del SIDA (PEPFAR) financió circuncisiones con PrePex para 2,500 hombres en 2013, mientras que la Fundación Bill y Melinda Gates apoyó estudios en Kenia y Zambia.
En Ruanda, el Ministerio de Salud aprobó PrePex en 2017 como parte de una iniciativa para expandir la circuncisión no quirúrgica, destacando su capacidad para operar en clínicas comunitarias. El dispositivo también ganó reconocimiento internacional: en 2015, PrePex recibió el Tech Award del Museo de Innovación Tecnológica en San José, California, y en 2016, el Gold Innovation Lions en el Festival Internacional de Creatividad de Cannes. Hasta 2019, Circ MedTech reportó ventas de 1.5 millones de unidades, estimando que PrePex previno unas 250,000 infecciones de VIH.
A pesar de su éxito, PrePex enfrentó críticas. En 2015, la aparición del dispositivo chino Shang Ring, basado en principios similares, aumentó la competencia. Además, las preocupaciones sobre el tétanos llevaron a la OMS a emitir una advertencia en 2016, recomendando vacunaciones previas contra el tétanos en programas de circuncisión. Esto afectó negociaciones con el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, que suspendió un acuerdo importante en 2014. En 2019, Circ MedTech cesó operaciones tras las preocupaciones de la OMS sobre el riesgo de tétanos, aunque la empresa afirmó que el dispositivo salvó miles de vidas durante su uso.
Los estudios realizados en Zimbabue entre 2015 y 2016, con 1,811 adolescentes circuncidados, mostraron que el 48% optó por PrePex, con una tasa de complicaciones baja. En Mozambique, Sudáfrica y Zambia, investigaciones piloto confirmaron la seguridad y eficacia del dispositivo, con tiempos de procedimiento más cortos que la cirugía convencional. La aceptación varió: en Sudáfrica, el 40% de los participantes expresó reservas, asociando el dolor con ritos tradicionales de iniciación.
Contexto global y legado de PrePex en salud pública

La creación de PrePex se alinea con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, que buscan reducir las infecciones de VIH en un 20% para 2020. En 2006, ensayos en Kenia, Uganda y Sudáfrica demostraron que la circuncisión reduce el riesgo de VIH en más de la mitad, lo que impulsó programas masivos de circuncisión. La OMS estimó que circuncidar a 20 millones de hombres en África para 2015 ahorraría 16.6 mil millones de dólares en costos médicos futuros. Sin embargo, para 2013, solo el 10% de esta meta se alcanzó debido a limitaciones logísticas y culturales.
PrePex abordó estas barreras al ofrecer una solución escalable. En Indonesia, el dispositivo se utilizó en programas piloto, mostrando su versatilidad más allá de África. La empresa también planeó adaptar PrePex para bebés y niños, aunque este proyecto no se concretó antes del cierre de Circ MedTech. Líderes mundiales, como Bill Gates, respaldaron el dispositivo, destacando su potencial para transformar la salud pública en regiones vulnerables.
La investigación detrás de PrePex se basó en evidencia científica sólida. Un estudio en Sudáfrica en 2010 encontró que las infecciones por VIH cayeron un 76% tras implementar programas de circuncisión. La OMS señaló que el prepucio concentra receptores de VIH, lo que explica la eficacia preventiva de la circuncisión. PrePex también redujo otras infecciones de transmisión sexual y complicaciones reproductivas, beneficiando la salud masculina en general.
El legado de PrePex persiste en los programas de salud pública que adoptaron su tecnología. Aunque Circ MedTech cerró, el dispositivo demostró que la innovación israelí puede abordar desafíos globales. Los datos recopilados durante su uso continúan informando estrategias de prevención del VIH, mientras que su diseño inspira nuevos dispositivos médicos para entornos de bajos recursos.