Investigadores de Tel Aviv y PharmaMar hallan compuestos antitumorales en esponjas marinas, con ensayos clínicos previstos para 2026.
Avances en compuestos antitumorales de esponjas marinas
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en colaboración con la empresa biotecnológica española PharmaMar, identificaron compuestos bioactivos en esponjas marinas del Mediterráneo con potencial para tratar el cáncer. En 2020, un estudio publicado en el Journal of Marine Biotechnology reveló que estos compuestos, extraídos de la esponja Axinella polypoides, inhibieron el crecimiento de células de cáncer de pulmón en un 60% durante ensayos preclínicos. Los científicos proyectan iniciar ensayos clínicos en humanos para 2026, tras optimizar la síntesis de estas moléculas.
El equipo de investigación, liderado por la doctora Michal Shavit, aisló un grupo de alcaloides bromados que actúan sobre proteínas clave en las células tumorales. Estos compuestos demostraron selectividad, atacando células cancerosas sin dañar significativamente las sanas. Los experimentos in vitro, realizados en líneas celulares de carcinoma pulmonar, mostraron una reducción significativa en la proliferación tumoral, según datos del Instituto de Biotecnología de Tel Aviv. La colaboración con PharmaMar permitió escalar la producción de estos compuestos mediante técnicas de química sintética.
Las esponjas marinas, organismos sésiles que habitan los fondos oceánicos, producen metabolitos secundarios para defenderse de predadores y microorganismos. Estos metabolitos, como los nucleósidos y alcaloides, son la base de medicamentos aprobados, como el Ara-C, usado contra la leucemia desde los años 60. La investigación en Israel se centra en diversificar estas aplicaciones, explorando especies locales del Mediterráneo, un ecosistema rico en biodiversidad marina.
El proyecto cuenta con financiamiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Israel y la Unión Europea, que aportaron 2.5 millones de euros desde 2018. Los científicos trabajan en biorreactores para cultivar esponjas y garantizar un suministro sostenible de compuestos, evitando la sobreexplotación de los ecosistemas marinos. Este enfoque refleja el compromiso de Israel con la innovación biotecnológica y la conservación ambiental.
Claves sobre compuestos de esponjas marinas en la lucha contra el cáncer
- Especie clave: Axinella polypoides, esponja mediterránea rica en alcaloides bromados.
- Eficacia: Inhibición del 60% en células de cáncer de pulmón en ensayos preclínicos.
- Ensayos clínicos: Programados para 2026, tras optimización química.
- Colaboración: Universidad de Tel Aviv y PharmaMar lideran el proyecto.
- Financiamiento: 2.5 millones de euros de Israel y la Unión Europea.
Innovación biotecnológica en Israel y su impacto global

La investigación en Tel Aviv se alinea con los esfuerzos globales para desarrollar terapias dirigidas contra el cáncer. En 2023, el Centro Médico Sheba integró estos compuestos en estudios preliminares con modelos animales, confirmando su eficacia contra tumores sólidos. Los resultados, publicados en Marine Drugs, indicaron que los alcaloides bromados interfieren con la vía de señalización PI3K/AKT, crucial para el crecimiento tumoral. Este mecanismo ofrece una alternativa a las quimioterapias convencionales, que a menudo generan resistencia.
PharmaMar, con sede en Madrid, aporta su experiencia en el desarrollo de fármacos marinos, como el Yondelis, un antitumoral derivado de tunicados aprobado en 2007 para sarcomas y cáncer de ovario. La colaboración con Israel fortalece su cartera de investigación, que incluye otros compuestos marinos en fases clínicas. En 2024, la empresa anunció una inversión de 10 millones de euros para acelerar los ensayos de los compuestos de Axinella polypoides.
El interés en esponjas marinas surgió en la década de 1950, cuando Werner Bergmann descubrió nucleósidos en la esponja Cryptotethya crypta. Estos hallazgos llevaron al desarrollo de Ara-C y Ara-A, fármacos pioneros en oncología y virología. Desde entonces, se han identificado más de 15,000 metabolitos en esponjas, de los cuales 5,300 tienen aplicaciones farmacológicas, según un informe de la Universidad de California. Los avances en genómica marina permiten ahora mapear los genes responsables de estas moléculas, optimizando su producción.
En Israel, la investigación marina se beneficia de la proximidad al Mediterráneo y el mar Rojo, regiones con alta diversidad de esponjas. El Instituto Interuniversitario de Ciencias Marinas de Eilat colabora con Tel Aviv, proporcionando acceso a especies únicas. En 2022, un estudio conjunto identificó compuestos en la esponja Negombata magnifica con actividad contra el cáncer de mama, ampliando el alcance de la investigación.
Contexto global de la biotecnología marina
La biotecnología marina ha crecido exponencialmente en las últimas décadas. En 2021, la Organización Mundial de la Salud reportó que el cáncer causó 10 millones de muertes, destacando la necesidad de nuevos tratamientos. Los compuestos marinos representan el 1% de los fármacos aprobados, pero su potencial es enorme, con más de 1,000 nuevas moléculas descubiertas anualmente, según Nature Reviews Drug Discovery. Países como Estados Unidos, Australia y Japón también invierten en esta área, pero Israel destaca por su enfoque en aplicaciones oncológicas.
En Rusia y Alemania, científicos de la Universidad Federal del Lejano Oriente y la Universidad de Hamburgo desarrollaron en 2021 el compuesto 3,10-dibromofascaplysin, extraído de la esponja Fascaplysinopsis reticulata. Este compuesto indujo apoptosis en células de cáncer de próstata resistentes a quimioterapia, según un estudio en Marine Biotechnology. Aunque prometedor, el proyecto enfrenta retos en la producción a gran escala, un obstáculo que Israel aborda mediante biorreactores.
La sostenibilidad es un pilar clave. La Unión Europea financia proyectos como BLUEGENICS, que desde 2017 combina genómica y química para producir compuestos marinos sin dañar los ecosistemas. En Israel, los investigadores cultivan esponjas en condiciones controladas, reduciendo la dependencia de la recolección silvestre. Este modelo ha atraído interés de empresas como Roche y Pfizer, que exploran alianzas con PharmaMar.
El camino hacia la comercialización es largo. Los ensayos clínicos requieren al menos cinco años, y solo el 10% de los compuestos marinos en fase preclínica llegan al mercado, según la Food and Drug Administration. Sin embargo, los avances en Tel Aviv posicionan a Israel como líder en biotecnología marina, con un impacto potencial en millones de pacientes oncológicos en todo el mundo.