MycoWorks y firmas israelíes producen proteínas de alta calidad mediante fermentación fúngica, superando a la soya en aminoácidos esenciales.
Tecnología de fermentación eleva calidad de proteínas vegetales
Israel consolida su liderazgo en la producción de proteínas vegetales de alta calidad mediante tecnologías avanzadas de fermentación. La empresa MycoWorks, con aportes significativos de investigadores y startups israelíes, desarrolla desde 2021 un proceso basado en fermentación fúngica que duplica el contenido proteico de materias primas vegetales. Este método, implementado en colaboración con centros de investigación locales, genera proteínas con un 30% más de aminoácidos esenciales en comparación con la soya, según un estudio publicado en Nutrients en 2023. Las pruebas clínicas realizadas en el Centro Médico Assuta confirman su eficacia en la mejora de perfiles nutricionales para alimentos funcionales.
El proceso utiliza micelios fúngicos como “fábricas celulares” para transformar sustratos vegetales en proteínas de alto valor nutricional. La tecnología permite escalar la producción, manteniendo costos competitivos. En 2022, MycoWorks recaudó 45 millones de dólares en fondos internacionales, lo que impulsó su expansión hacia mercados europeos. Empresas israelíes como Remilk y Chunk Foods complementan estos avances, aplicando fermentación de precisión para desarrollar lácteos y carnes alternativas que ya se comercializan en Europa y Estados Unidos.
La Israel Innovation Authority desempeña un papel clave en este ecosistema, con una inversión de 50 millones de NIS (14 millones de dólares) anunciada en 2023 para establecer un centro de I+D especializado en fermentación de microorganismos. Este hub, liderado por YDLabs, ofrece infraestructura para pruebas a escala, desde 10 hasta 20,000 litros, y apoya a 12 startups locales enfocadas en proteínas fermentadas. En el primer semestre de 2022, el sector de proteínas alternativas en Israel atrajo 320 millones de dólares, representando el 18% de la inversión global, según datos de Good Food Institute Israel.
La fermentación fúngica no solo mejora la calidad proteica, sino que también optimiza la digestibilidad. El proceso descompone compuestos antinutricionales, alcanzando una tasa de digestibilidad del 99.9%, según estudios de MycoWorks. Esto posiciona a estas proteínas como ideales para alimentos funcionales dirigidos a consumidores con necesidades dietéticas específicas, como deportistas y pacientes con requerimientos médicos.
Datos clave sobre fermentación de proteínas en Israel
- Inversión en I+D: Israel destinó 230 millones de NIS a foodtech en la última década, con 140 millones enfocados en proteínas alternativas.
- Startups activas: 57 empresas de proteínas alternativas operan en Israel, 12 especializadas en fermentación.
- Mercado global: En 2021, la inversión mundial en tecnologías de fermentación creció un 285%, alcanzando 1.69 mil millones de dólares.
- Impacto nutricional: Las proteínas fermentadas ofrecen un 30% más de aminoácidos esenciales que la soya, según Nutrients (2023).
- Expansión europea: MycoWorks y Remilk exportan a Europa, con aprobaciones de Novel Foods previstas para 2025.
Innovación israelí impulsa alimentos funcionales globales

La integración de estas proteínas en alimentos funcionales avanza rápidamente. En Israel, cadenas de supermercados ya ofrecen productos enriquecidos con proteínas fermentadas, mientras que en Europa, MycoWorks colabora con gigantes como IFF para formular alternativas cárnicas y lácteas. La aprobación de FermentIQ, un ingrediente proteico de MycoWorks, bajo la normativa de Novel Foods en la Unión Europea, se espera para 2025, tras superar rigurosos controles de seguridad alimentaria.
El sector israelí de foodtech se distingue por su capacidad de innovación. En 2023, GFI Israel reportó que Israel alberga 75 startups de proteínas alternativas, con 15 nuevas empresas fundadas ese año. Seis nuevas plantas de producción iniciaron operaciones, consolidando al país como el segundo mayor receptor de inversiones en este campo, solo por detrás de Estados Unidos. La colaboración entre academia, industria y gobierno fortalece este ecosistema, con 70 investigadores activos en 11 instituciones académicas.
Empresas como Remilk destacan por producir proteínas lácteas idénticas a las de vaca mediante fermentación de levaduras, eliminando la necesidad de ganadería. Su planta en Dinamarca, inaugurada en 2022, es la mayor de su tipo a nivel mundial. Por su parte, Chunk Foods utiliza fermentación para crear cortes de carne vegetal que imitan la textura y sabor de la carne tradicional, distribuidos en restaurantes de Israel y Estados Unidos.
La sostenibilidad es un pilar de estas tecnologías. La fermentación reduce el uso de recursos en comparación con la agricultura animal, utilizando hasta un 95% menos de agua y emitiendo un 90% menos de CO2, según el Carbon Trust. Esto alinea a Israel con los objetivos globales de seguridad alimentaria y cambio climático, mientras genera 55,000 empleos proyectados para 2030, según la Israel Innovation Authority.
Contexto global y proyecciones del sector foodtech
El mercado global de alimentos fermentados alcanzó 149.5 mil millones de dólares en 2016 y se proyecta que llegue a 205.5 mil millones para 2023, según Statista. Europa lidera la demanda, con países como Reino Unido y Alemania adoptando rápidamente alternativas proteicas. La creciente preferencia por dietas vegetarianas y la intolerancia a la lactosa impulsan esta tendencia, junto con la búsqueda de sabores innovadores entre los millennials.
En el ámbito global, empresas como Quorn en el Reino Unido y Solar Foods en Finlandia han avanzado en fermentación de micoproteínas y proteínas microbianas, pero Israel destaca por su densidad de startups y velocidad de innovación. La fermentación de precisión, que produce ingredientes específicos como enzimas y saborizantes, complementa la fermentación de biomasa, que genera micoproteínas completas. Ambas técnicas son centrales en la estrategia israelí.
El crecimiento del sector responde a desafíos globales. La FAO estima que la producción de carne se duplicará para 2050, aumentando la presión sobre los recursos naturales. Las proteínas alternativas, que requieren hasta un 99% menos de tierra, ofrecen una solución viable. En Israel, la combinación de políticas públicas, inversión privada y experiencia tecnológica posiciona al país como un referente en esta transición.
La colaboración internacional también impulsa el sector. En 2024, Israel, Suecia, Suiza y Singapur lanzaron un programa conjunto de I+D para proteínas alternativas, financiado por agencias nacionales. Este esfuerzo busca integrar técnicas de fermentación con procesos tradicionales para mejorar sabor, textura y biodisponibilidad, consolidando a Israel como un nodo clave en la innovación alimentaria global.