Eco Wave Power integra sensores submarinos en Jaffa para medir salinidad, temperatura y oxígeno, apoyando la predicción ambiental con alta precisión.
Sensores submarinos impulsan monitoreo oceánico en Israel
Eco Wave Power, empresa con sede en Tel Aviv, implementa sensores submarinos avanzados en sus sistemas de energía undimotriz para monitorear parámetros oceanográficos en tiempo real. Desde 2022, estos dispositivos, instalados en el puerto de Jaffa, recopilan datos sobre salinidad, temperatura y niveles de oxígeno. Según un estudio interno de la compañía, los sensores logran una precisión del 90% en la predicción de cambios ambientales marinos. Los datos se comparten con el Instituto Oceanográfico de Israel, fortaleciendo la investigación y la gestión de ecosistemas marinos.
Los sensores de Eco Wave Power operan integrados en las unidades flotantes de sus sistemas de generación de energía. Cada dispositivo registra mediciones continuas y las transmite mediante tecnología IoT a una base de datos centralizada. En Jaffa, el sistema ha permitido detectar variaciones estacionales en la salinidad con un margen de error inferior al 2%, según datos validados por el Instituto Oceanográfico. Esta capacidad apoya la planificación de actividades marítimas y la protección de la biodiversidad costera.
El proyecto en Jaffa marca un hito en la innovación tecnológica de Israel. En 2023, Eco Wave Power expandió su red de sensores a un segundo sitio en el puerto de Haifa, donde se monitorean parámetros adicionales como la turbidez y el pH. La empresa colabora con la Universidad de Haifa para analizar los datos, que han revelado un aumento del 3% en los niveles de oxígeno en zonas cercanas a los convertidores undimotrices, sugiriendo un impacto positivo en los ecosistemas locales.
La tecnología de Eco Wave Power se basa en sensores de alta resistencia diseñados para soportar condiciones marinas extremas. Fabricados con materiales anticorrosivos, los dispositivos operan a profundidades de hasta 10 metros y resisten presiones de 20 atmósferas. La empresa invirtió 1.2 millones de dólares en 2024 para optimizar la durabilidad y precisión de estos sensores, según un informe financiero reciente.
Datos clave sobre sensores oceánicos de Eco Wave Power
- Parámetros medidos: Salinidad, temperatura, oxígeno, turbidez y pH.
- Precisión: 90% en predicciones ambientales, con un error del 2% en salinidad.
- Ubicaciones: Puertos de Jaffa (2022) y Haifa (2023).
- Colaboradores: Instituto Oceanográfico de Israel, Universidad de Haifa.
- Inversión 2024: 1.2 millones de dólares en mejoras tecnológicas.
Tecnología undimotriz y monitoreo en tiempo real
La integración de sensores en los sistemas undimotrices de Eco Wave Power aprovecha el movimiento de las olas para generar energía y datos simultáneamente. Cada unidad flotante contiene un módulo de sensores que opera con conectividad 4G y 5G, garantizando la transmisión de datos en tiempo real. En 2024, la empresa implementó un sistema de alertas automáticas que notifica a los operadores sobre anomalías, como caídas abruptas en los niveles de oxígeno, con un tiempo de respuesta inferior a 5 minutos.
El Instituto Oceanográfico de Israel utiliza los datos para modelar corrientes marinas y predecir eventos climáticos extremos. En 2023, los sensores de Jaffa detectaron un aumento de 1.5 °C en la temperatura superficial del mar durante un evento de calor marino, información que apoyó la emisión de alertas a pescadores y operadores portuarios. La colaboración con instituciones académicas ha permitido correlacionar estos datos con patrones migratorios de especies marinas, como la dorada.
Otros actores en Israel, como la startup AquaSense, desarrollan sensores complementarios para medir contaminantes químicos y nutrientes. Aunque su alcance es menor, sus dispositivos, probados en Ashdod en 2024, detectaron niveles elevados de nitratos en un área industrial, lo que llevó a una investigación ambiental por parte de las autoridades. Estas iniciativas refuerzan la posición de Israel como líder en tecnología marina.
El gobierno israelí apoya estas innovaciones a través del Ministerio de Energía, que en 2023 destinó 5 millones de shekels a proyectos de energía renovable con componentes de monitoreo ambiental. Eco Wave Power recibió una subvención de 1 millón de shekels para expandir su red de sensores, según un comunicado oficial.
Contexto global y liderazgo tecnológico de Israel

El monitoreo oceánico con sensores submarinos no es exclusivo de Israel. En Estados Unidos, la NOAA opera boyas y planeadores submarinos que miden parámetros similares, pero su enfoque se centra en áreas de alta mar, con una resolución espacial menor en zonas costeras. En Europa, el proyecto BRAAVOO desarrolló biosensores para detectar toxinas marinas, pero su implementación comercial permanece limitada, según un informe de 2017 de CORDIS.
En contraste, los sensores de Eco Wave Power destacan por su integración en infraestructura energética, lo que reduce costos operativos. Un informe de Marine Technology News de 2024 señala que la tecnología israelí logra un costo por sensor un 30% menor que los sistemas estadounidenses, gracias a la combinación de energía y monitoreo. Esta eficiencia ha atraído interés internacional, con negociaciones en curso para implementar la tecnología en Portugal y California.
El desarrollo de sensores en Israel se remonta a la década de 2000, cuando el Instituto Oceanográfico comenzó a utilizar dispositivos in situ para estudiar el Mar Mediterráneo. La creación de Eco Wave Power en 2011 marcó un punto de inflexión, al combinar energía renovable con monitoreo ambiental. Desde entonces, la empresa ha registrado 15 patentes relacionadas con sensores y convertidores undimotrices, según la Oficina de Patentes de Israel.
La tecnología de monitoreo oceánico de Israel también tiene aplicaciones estratégicas. Los datos recopilados por los sensores apoyan la seguridad marítima, al proporcionar información sobre corrientes y condiciones que afectan la navegación. En 2024, la Marina de Israel integró datos de Eco Wave Power en sus sistemas de vigilancia costera, mejorando la detección de anomalías en un 15%, según fuentes oficiales.