Greenwall o Huertos verticales, en los que los residentes de edificios pueden cultivar sus propios alimentos, con una cantidad mínima de agua y suelo.
La inseguridad alimentaria es una importante preocupación mundial. Pero los expertos israelíes en jardinería ya comercializan un sistema único para la producción sostenible de alimentos:
Huertos verticales, en los que los residentes de edificios pueden cultivar sus propios alimentos, con una cantidad mínima de agua y suelo.
Una investigación muestra que en 2050, el mundo tendrá que producir un 50 por ciento más de alimentos para satisfacer a la población de la Tierra. Por ello, los fundadores de la compañía israelí Greenwall (Pared verde) están construyendo huertos verticales en todo el mundo, permitiendo a la gente hacer crecer cualquier planta a lo largo de sus paredes.
Greenwall, fundada en 2009, ha desarrollado una tecnología avanzada con la que se erigen huertos que bordean las paredes, tanto dentro como fuera de los edificios, que ocupan menos espacio en comparación con los huertos convencionales. Greenwall proporciona suelo fértil, que permite dejar crecer a casi todas las especies de plantas con el cuidado adecuado.
Los Greenwall o huertos verticales aparentemente desafían la gravedad, y por eso las plantas están en un sistema de plantación vertical dentro de pequeñas unidades modulares, evitando que los cultivos se caigan. Esos módulos pequeños pueden ser removidos o reemplazados para cambiar el diseño de los huertos. El agua llega a cada planta a través de un sistema especial, operado por una computadora.