Los niños nacidos durante la pandemia de coronavirus presentan un rendimiento verbal, motor y cognitivo general significativamente menor que el de los niños nacidos antes de la pandemia, y esta discrepancia es especialmente pronunciada en los varones, así como en los niños de familias de bajo nivel socioeconómico, según un nuevo estudio. Los investigadores creen que esto pone de manifiesto que, incluso en ausencia de infección y enfermedad, la pandemia ha tenido un impacto significativo y negativo en el desarrollo de los bebés y los niños.
En el estudio, aún no revisado por los pares y subido como preimpresión en medRxiv el miércoles, los investigadores examinaron los datos de un estudio longitudinal en curso sobre el neurodesarrollo infantil, comparando las puntuaciones de 2020 y 2021 con las de 2011 a 2019. Los científicos descubrieron que las puntuaciones verbales, no verbales y cognitivas generales son significativamente más bajas desde el comienzo de la pandemia, y que los bebés pequeños muestran un rendimiento significativamente menor que los nacidos antes de enero de 2019.
Los científicos afirmaron que “está claro […] que los bebés y los niños pequeños se están desarrollando de forma diferente a como lo hacían antes de la pandemia, y que es imperativo abordarlo ahora, mientras su cerebro es más plástico y receptivo”, afirmando también que no está claro a partir de los datos si los descensos observados son temporales.
Los cienntíficos concluyeron que los resultados sugieren que el desarrollo temprano se ve afectado por el efecto de la pandemia en los factores ambientales.
Los niños están muy influenciados por su entorno y el cerebro de un niño experimenta una gran cantidad de crecimiento estructural y funcional impulsado tanto por factores genéticos como ambientales, dijeron los investigadores. Según el estudio, la pandemia de COVID alteró en gran medida el entorno tanto de los niños pequeños como de las embarazadas, lo que podría influir en gran medida en el desarrollo de los niños.
Los investigadores citaron los cierres y clausuras como factores que limitaron el aprendizaje y las actividades típicas de los niños, añadiendo también que el estrés causado por los diversos factores de la pandemia que afectaron a los padres puede haber tenido un efecto en los niños.
Los investigadores también citaron el miedo a asistir a las visitas prenatales de las mujeres embarazadas durante la pandemia como un factor que aumentaba el estrés, la ansiedad y la depresión de las madres, enumerando esto como otro factor que podría haber afectado al desarrollo infantil. El estrés, la ansiedad y la depresión maternos durante el embarazo pueden repercutir en la estructura y la conectividad del cerebro del feto, causando posiblemente retrasos en el desarrollo cognitivo, motor y conductual.
Los investigadores también se refirieron al posible efecto del uso de máscaras en el estudio, afirmando que los niños no podían ver las expresiones faciales completas del personal del estudio y que esto podría haber afectado a su comprensión de las preguntas e instrucciones de la prueba debido a las limitaciones que suponen las máscaras en las señales no verbales o en la comprensión de las instrucciones habladas.