La sonda Juno de la NASA grabó audio en su reciente sobrevuelo de la luna de Júpiter, Ganímedes, esencialmente “escuchando” la luna, reveló la NASA en la reunión de otoño de la Unión Geofísica Americana.
La sonda Juno, lanzada en 2011, ha recuperado una gran cantidad de datos valiosos sobre el mayor planeta del sistema solar y sus numerosas lunas. Por ejemplo, la sonda pudo traer datos que midieron la profundidad de la Gran Mancha Roja y describieron cómo se formaron las tormentas dentro del gigante gaseoso.
Ahora, los científicos de la NASA pueden añadir a esa lista el audio de Ganímedes.
La grabación en sí dura apenas 50 segundos y se generó a partir de los datos recogidos en el último sobrevuelo de Ganímedes el 7 de junio de 2021, recogidos por el instrumento Waves de Juno.
“Esta banda sonora es lo suficientemente salvaje como para hacerte sentir como si estuvieras viajando junto a Juno mientras navega por Ganímedes por primera vez en más de dos décadas”, dijo el investigador principal de Juno, Scott Bolton. “Si escuchas con atención, puedes oír el cambio abrupto a frecuencias más altas alrededor del punto medio de la grabación, que representa la entrada en una región diferente en la magnetosfera de Ganímedes”.
Puede que los sonidos de la luna no sean esencialmente especiales y no indiquen que haya algo especialmente único en ella.
Pero aunque los sonidos no lo indiquen, otras informaciones sí sugieren lo contrario.
Ganímedes es la mayor de las lunas de Júpiter y es, de hecho, la mayor luna del sistema solar, empequeñeciendo incluso al planeta Mercurio. Durante mucho tiempo se ha considerado que esta gran luna también alberga agua, basándose en pruebas circunstanciales, aunque los últimos descubrimientos realizados a partir de los datos recogidos por el telescopio espacial Hubble encontraron pruebas tangibles de vapor de agua.
En última instancia, se necesita un mayor análisis de los datos de audio para comprender plenamente los hallazgos.
Pero para la sonda Juno de la NASA, el aspecto más emocionante de la reciente información no son los datos de audio, sino la cartografía precisa del campo magnético de Júpiter.
Este mapa es el más detallado del campo magnético jamás realizado y ha aportado nuevos y significativos detalles a nuestra comprensión del planeta. El mapa detalla los vientos zonales (las corrientes en chorro de Júpiter que van de este a oeste y de oeste a este) y ha determinado que la Gran Mancha Roja se desplaza alrededor del planeta.
Los hallazgos también revelaron información sobre la igualmente misteriosa pero no tan famosa Gran Mancha Azul, una extraña anomalía magnética en el ecuador. Esta mancha se desplaza hacia el este, y a un ritmo mucho más lento, pero también está siendo arrastrada por los vientos zonales.
La comprensión de la atmósfera de Júpiter tiene también importantes implicaciones para la Tierra, ya que el mapa del campo magnético de Júpiter permite a los científicos hacer importantes comparaciones con el nuestro.
La Tierra, al igual que Júpiter, también está influenciada por las corrientes en chorro. Pero la Tierra sólo tiene una, que fluye de este a oeste. La Tierra también tiene dos células de Ferrel, que forman parte de la circulación del aire planetario que se equilibra con la corriente en chorro. Esto es fundamental para el mantenimiento y la funcionalidad del medio ambiente y el clima del planeta.
Júpiter también tiene células de Ferrel, pero en lugar de ser sólo dos, hay 16.
En cierto modo, esto hace que Júpiter sea similar a la Tierra, ya que las corrientes en chorro y las células de Ferrel afectan al sistema de circulación de Júpiter de forma similar a la de la Tierra.
Esto también podría ocurrir en otros planetas, aunque no está tan claro. Este es especialmente el caso de Saturno, del que se sabe que tiene corrientes en chorro y tormentas, pero no se conoce tanta información sobre el planeta anillado en este momento.
Es posible que se obtenga más información en el futuro, ya que está previsto lanzar más misiones hacia Júpiter. La NASA lanzó recientemente la misión Lucy para estudiar los asteroides troyanos de Júpiter, dos grandes grupos de rocas espaciales que los científicos creen que son restos del material primordial que formó los planetas exteriores del sistema solar.
La Agencia Espacial Europea (ESA) también tiene previsto lanzar en 2022 la misión Jupiter ICy moons Explorer (JUICE), que llegará en 2029 y observará el planeta y las tres lunas jovianas más grandes, incluida Ganímedes.
La NASA también tiene planes para las lunas jovianas, con una sonda llamada Europa Clipper que se lanzará a la luna homónima en 2024 y llegará en 2030, para ver si la luna puede albergar vida.