La Universidad Bar-Ilan desarrolla virus no patógenos para analizar respuestas inmunes y evaluar terapias contra el SARS-CoV-2.
Avances en virus transgénicos para estudiar el SARS-CoV-2
En el laboratorio de Virología Molecular de la Universidad Bar-Ilan, ubicado en Safed, Israel, la Dra. Meital Gal Tanamy lidera un proyecto que utiliza virus transgénicos para estudiar el sistema inmune frente al SARS-CoV-2. Estos virus, diseñados genéticamente para ser no patógenos, expresan la proteína spike del coronavirus, clave para la unión a los receptores celulares. Los virus incorporan un gen que produce una proteína emisora de luz, lo que permite a los investigadores observar interacciones celulares en tiempo real. Este enfoque facilita la evaluación de compuestos que bloquean la infección viral, un paso crucial para desarrollar terapias inmunológicas.
El proyecto, iniciado en 2020 durante la pandemia, responde a la necesidad de modelos seguros para estudiar virus peligrosos. A diferencia de los virus patógenos, los transgénicos no requieren estrictas medidas de bioseguridad, lo que agiliza la investigación. La Dra. Gal Tanamy colabora con instituciones internacionales, incluyendo una empresa sueca que prueba vacunas con estos virus. Los ensayos demuestran que los virus transgénicos replican las características de envoltura lipídica del SARS-CoV-2, lo que los hace ideales para probar antisépticos y fármacos antivirales.
Los virus transgénicos no solo sirven para estudiar el SARS-CoV-2, sino que también tienen aplicaciones más amplias. Los investigadores los utilizan para analizar la respuesta inmune adaptativa, incluyendo la activación de linfocitos T y B, esenciales para la memoria inmunológica. Este modelo permite evaluar cómo los anticuerpos neutralizan el virus y cómo las células inmunes responden a las variantes virales. Los datos generados apoyan el diseño de vacunas y tratamientos que refuercen la inmunidad a largo plazo.
La Universidad Bar-Ilan destaca por su enfoque interdisciplinario. El laboratorio combina virología, ingeniería genética e inmunología para abordar desafíos globales. Desde su fundación, el centro en Safed ha priorizado la investigación de enfermedades infecciosas, con proyectos que abarcan desde el desarrollo de vacunas hasta la creación de sistemas de diagnóstico rápido.
Datos clave sobre virus transgénicos en investigación inmunológica

- Función principal: Los virus transgénicos expresan la proteína spike del SARS-CoV-2 para estudiar la unión a receptores celulares.
- Seguridad: No son patógenos, lo que elimina la necesidad de laboratorios de alta bioseguridad.
- Aplicaciones: Evaluación de antivirales, vacunas y respuestas inmunes adaptativas.
- Colaboraciones: Instituciones en Suecia, Estados Unidos y China participan en los ensayos.
- Tecnología: Incorporan genes que emiten luz para monitorear interacciones celulares en tiempo real.
Impacto en el desarrollo de terapias inmunológicas
El uso de virus transgénicos ha acelerado la identificación de compuestos que inhiben la entrada del SARS-CoV-2 en las células. Los experimentos muestran que ciertos anticuerpos monoclonales, diseñados a partir de la secuencia genética de pacientes recuperados, neutralizan eficazmente la proteína spike. Estos hallazgos, publicados en Nature Communications Biology, confirman que los virus transgénicos son herramientas fiables para probar terapias dirigidas al receptor ACE2, la puerta de entrada del virus.
En colaboración con el Dr. Moshe Dessau, también de la Universidad Bar-Ilan, el equipo de la Dra. Gal Tanamy ha validado la efectividad de estos virus contra pseudovirus en cultivos celulares. Los resultados coinciden con los obtenidos en laboratorios de la Universidad de California San Diego, donde se probaron contra virus vivos. Esta consistencia refuerza la validez del modelo transgénico para estudios inmunológicos.
El proyecto también explora la inmunidad híbrida, que combina la inmunidad natural con la inducida por vacunas. Los datos sugieren que los individuos con exposición previa al SARS-CoV-2 desarrollan una respuesta inmune más robusta tras la vacunación. Los virus transgénicos permiten simular estas condiciones en el laboratorio, proporcionando información sobre la protección cruzada contra variantes virales.
Israel se posiciona como líder en biotecnología con iniciativas como esta. El gobierno, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ha invertido en proyectos que integran inteligencia artificial e ingeniería genética para combatir pandemias. La Universidad Bar-Ilan recibió fondos en 2020 para expandir su infraestructura de investigación, lo que permitió adquirir equipos avanzados para el laboratorio de Safed.
Contexto global de la investigación inmunológica
La pandemia de COVID-19 impulsó la investigación en modelos virales seguros. Laboratorios en Estados Unidos, China y Europa han adoptado enfoques similares, pero el modelo de la Universidad Bar-Ilan destaca por su simplicidad y versatilidad. A diferencia de los cultivos celulares tradicionales, los virus transgénicos ofrecen un sistema dinámico que simula infecciones reales sin riesgos.
Otros centros, como el Instituto Weizmann, también en Israel, complementan estos esfuerzos. El laboratorio del Dr. Ziv Shulman analiza anticuerpos en pacientes recuperados, mientras que el equipo de la Dra. Natalia Freund en la Universidad de Tel Aviv identificó anticuerpos capaces de neutralizar todas las variantes conocidas del SARS-CoV-2. Estas investigaciones convergen en un objetivo común: fortalecer el sistema inmune contra futuras pandemias.
La Organización Mundial de la Salud ha reconocido la importancia de los modelos virales para acelerar el desarrollo de vacunas. En 2021, la entidad destacó que los sistemas no patógenos reducen los costos y riesgos de la investigación. Los virus transgénicos de Bar-Ilan cumplen con estos criterios, posicionándose como una herramienta clave en la lucha contra enfermedades infecciosas.
El panorama de la investigación inmunológica continúa evolucionando. Los avances en Israel reflejan un compromiso con la innovación científica, respaldado por una red de universidades y empresas biotecnológicas. Proyectos como el de la Dra. Gal Tanamy demuestran el potencial de la ingeniería genética para abordar desafíos de salud global, desde el desarrollo de terapias hasta la preparación para futuras crisis sanitarias.