Una empresa israelí de agrotecnia utiliza el poder de los ácaros depredadores para ayudar a los agricultores a combatir las infestaciones de los cultivos.
El Phytoseiulus persimilis, un minúsculo arácnido, se emplea desde hace tiempo como alternativa natural a los pesticidas, debido a su particular apetito por la araña roja, una plaga para los cultivadores de hortalizas y frutas que se alimenta de las hojas de las plantas, matando rápidamente cultivos enteros.
El Persimilis tiene varias ventajas para los agricultores respecto al uso de pesticidas: los productos son más sanos para el consumo, las normas de uso son mucho más sencillas que cuando se trata de venenos y, a diferencia de los pesticidas, los ácaros rojos no pueden crear inmunidad contra él.
Pero el cultivo del diminuto terminador ha sido difícil y costoso, lo que pone en duda la viabilidad de la solución.
Haaretz informa sobre la empresa israelí BioBee, que dice haber desarrollado un método secreto y patentado para cultivar persimilis en masa en el laboratorio. Para ello, ha conseguido crear un alimento propio alternativo a sus presas que el persimilis comerá, manteniendo su apetito por los ácaros rojos cuando estos estén disponibles.
La empresa promete que sus nuevos métodos de producción supondrán un suministro inagotable de ácaros cazadores para los agricultores de Israel y de todo el mundo: un ejército de voraces asesinos que atacan a los destructores de los cultivos mientras dejan ilesas a las propias plantas.
Pero, ¿qué hacer con las hordas de persimilis una vez que se han eliminado las plagas originales? Eso no debería ser un problema. Una vez que los ácaros cazadores se quedan sin presas, se van o se extinguen.