En un reciente estudio revisado por expertos, científicos israelíes proponen un novedoso enfoque para el diagnóstico precoz del cáncer: la búsqueda de hongos en el cuerpo humano.
Examinaron los tumores de 17.000 pacientes con cáncer en colaboración con colegas estadounidenses para identificar por primera vez los hongos que existen en el tejido.
Los hongos en los tumores habían recibido hasta ahora muy poca atención por parte de los investigadores, que consideraban que eran bastante infrecuentes. Según la Dra. Ilana Livyatan, del Instituto de Ciencias Weizmann, “nos sorprendió saber que los cánceres con hongos son realmente más frecuentes de localizar que los tumores sin hongos”.
Un innovador “mapa” que su equipo elaboró específicamente para este tema podría utilizarse para desarrollar nuevas técnicas de detección.
Los científicos tienen la esperanza de que los médicos puedan utilizar algún día los análisis de sangre para detectar el cáncer, ya que el ADN de los hongos puede encontrarse en la sangre.
Dado que el “atlas” describe qué hongos son característicos de 35 tipos distintos de tumores, estas pruebas podrían hacer algo más que simplemente detectar la presencia de cáncer y señalar su ubicación en el cuerpo.
Según Livyatan, esto podría abrir una nueva vía para el diagnóstico del cáncer utilizando un sencillo análisis de sangre que encuentre hongos en los tumores.
“Además del diagnóstico, esto tiene el potencial de alterar significativamente la investigación de los tumores. Como los hongos representan ahora una consideración completamente nueva en la evaluación de los tumores, este es uno de esos momentos reveladores que nos obligan a reevaluar nuestras nociones preconcebidas sobre el cáncer”, dijo.
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El estudio, que acaba de ser publicado en la revista Cell, ha sido realizado en colaboración con el Instituto Weizmann de Ciencias y la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego. En el estudio también participaron el Centro Médico Sheba y la Universidad de Tel Aviv.
Recientemente, los científicos han empezado a prestar más atención al hecho de que los tumores albergan importantes poblaciones microbianas. La presencia de hongos está ahora firmemente en la agenda de investigación después de muchos estudios significativos, incluyendo uno del equipo de Weizmann, sobre los patrones de bacterias en los tumores malignos.
Según el equipo de Weizmann-California, la investigación de los hongos en los pacientes ofrece una gran cantidad de información que podría influir en los pronósticos y las decisiones de tratamiento, además de abrir potencialmente una nueva vía para la detección del cáncer.
Descubrieron numerosas conexiones entre los hongos y las probabilidades de supervivencia. Una de ellas fue que la presencia de un hongo concreto, Malassezia globosa, normalmente presente en la piel, en los tumores de las pacientes con cáncer de mama se asociaba a un aumento de las tasas de supervivencia.
También descubrieron unos hongos concretos en los pacientes de melanoma, que son más frecuentes en los individuos que se benefician de la inmunoterapia que en los que no lo hacen.
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El profesor Yitzhak Pilpel, del Weizmann, espera que en los próximos años los investigadores profundicen en las conexiones entre los hongos y el cáncer e investiguen cómo sus resultados pueden afectar a las terapias. Según el investigador, los estudios futuros mostrarán cómo los hongos afectan al crecimiento maligno. “Este trabajo arroja nueva luz sobre el complicado entorno biológico dentro de los tumores”, dijo.
El nuevo estudio, según su colega, el profesor Ravid Straussman, “sugiere que la actividad fúngica es un sello nuevo y emergente del cáncer”, y añadió que estos hallazgos “deberían impulsarnos a explorar mejor los efectos potenciales de los hongos tumorales y a reexaminar casi todo lo que sabemos sobre el cáncer a través de la «lente del microbioma»”.