Las mascarillas especiales antipatógenas de la empresa Sonovia, con sede en Ramat Gan, han mostrado un nivel de eficacia muy alto en la eliminación de bacterias durante una prueba realizada en un laboratorio estadounidense.
En pruebas recientes llevadas a cabo en un laboratorio de China, las mascarillas lavables y reutilizables -tratadas con un agente especial- también demostraron su capacidad para eliminar alrededor del 99% de las partículas de coronavirus.
“Anteriormente, los productos de Sonovia se habían probado sobre todo en laboratorios orientados a Europa, con arreglo a las normas europeas de ensayo de la eficacia antimicrobiana y antivírica”, explicó Liat Goldhammer a The Jerusalén Post, directora de tecnología de Sonovia. “Sin embargo, recientemente hemos empezado a realizar las pruebas según las normas estadounidenses”.
Las pruebas se realizaron en los laboratorios de Barr Brands International (BBI) en Carolina del Norte y se completaron en noviembre. Barr Brands International es una empresa especializada en productos de limpieza.
“Obtuvimos muy buenos resultados antes y después de múltiples ciclos de lavado”, explicó Goldhammer.
Las mascarillas se colocaron en frascos estériles con dos tipos de bacterias, la Klebsiella pneumoniae y el Staphylococcus aureus, que presentan estructuras de pared celular diferentes y, por tanto, se consideraron buenas muestras de familias de bacterias más grandes.
Los productos se dejaron incubar durante 24 horas. Las máscaras no tratadas también se sometieron al mismo proceso para servir de control.
Al final del proceso, las SonoMasks presentaban entre un 97,9 y un 99,9 menos de población microbiana que las mascarillas no tratadas.
Goldhammer señaló que Sonovia somete regularmente sus productos a diferentes pruebas. Está en marcha otra prueba que mide su eficacia contra el COVID-19 en un laboratorio europeo. Sin embargo, el esfuerzo no tiene una orientación académica.
“Queremos asegurar la calidad de nuestros productos para nuestros clientes”, explicó.
Sonovia utiliza nanopartículas de óxido metálico de bajo coste, como el óxido de zinc y el óxido de cobre, para impartir protección antibacteriana.
La empresa empezó a vender sus mascarillas el pasado mes de abril, cuando la crisis del coronavirus empezó a dispararse.
“Nuestros clientes son en su mayoría particulares con sede en Estados Unidos. Nuestras mascarillas están diseñadas específicamente para atender las necesidades del público en general”, señaló Goldhammer. Añadió que el hecho de que el producto sea lavable y reutilizable lo hace menos adecuado para los centros médicos, donde se emplean mascarillas desechables.
Antes de la pandemia, Sonovia era una empresa emergente centrada en el desarrollo de soluciones antimicrobianas para la industria textil con el fin de ofrecer una alternativa más ecológica a los productos químicos altamente contaminantes que se utilizan habitualmente para el acabado de los productos.
“Empezamos a fabricar mascarillas porque algunos clientes chinos se pusieron en contacto con nosotros en enero de 2020”, explica Goldhammer al Post. “Ya éramos conocidos en China porque habíamos participado en algunos concursos y ganado algunos premios allí. Los chinos buscaban soluciones de máscaras de protección para salvar vidas. Fue entonces cuando empezamos a utilizar algunos tejidos de I+D que teníamos. Al principio nos limitamos a donar miles de máscaras, a China y luego a todo el mundo, a trabajadores sanitarios, voluntarios y demás. Pronto nos dimos cuenta de que teníamos un producto comercializable”.
Desde diciembre de 2020, Sonovia es una empresa que cotiza en la Bolsa de Tel-Aviv.
Además, el fabricante israelí de tejidos ha atraído la cooperación de marcas de primera línea como Gucci, Chanel y Adidas, trabajando en el proyecto acelerador Fashion for Good Plug and Play – y ganando una inversión de 250.000 dólares por su innovación.