El primer nanosatélite de Israel diseñado, desarrollado, ensamblado y probado completamente por una universidad israelí se lanzará al espacio el sábado por la noche, según informó la Universidad de Tel Aviv.
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El lanzamiento del TAU-SAT1 está previsto para las 19:36, hora de Israel, desde las instalaciones de lanzamiento de la NASA en Virginia. Justo antes, a las 18:45 (hora de Israel), tendrá lugar un debate especial sobre el lanzamiento.
“Nos hemos incorporado a la «revolución espacial civil», llamada New Space, en la que, a diferencia del Viejo Espacio, no solo las empresas gigantes con enormes presupuestos y grandes equipos de ingenieros pueden construir y lanzar satélites”, dijo el profesor Colin Price, director del Departamento de Estudios Ambientales Porter de la TAU. “Hemos podido demostrar que, con la planificación adecuada, la miniaturización y la modulación de muchas tecnologías, los estudiantes pueden construir y lanzar al espacio pequeños satélites en dos años, con una fracción del presupuesto necesario en el Viejo Espacio”.
El TAU-SAT1 se completó hace unos cuatro meses. Después se envió a Japón para realizar pruebas previas al vuelo en la agencia espacial JAXA. Llegó a Virginia hace dos semanas. El nanosatélite, que solo mide 10 por 10 por 30 centímetros y pesa menos de 2,5 kilogramos, entrará en el espacio en una nave de reabastecimiento de la NASA con destino a la Estación Espacial Internacional.
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Una vez en el espacio, orbitará a una altura de 400 kilómetros sobre el nivel del mar a lo que la universidad describió como una “velocidad vertiginosa” de 27.600 km por hora, o 7,6 km por segundo. Cada 90 minutos completará una órbita alrededor de la Tierra.
El TAU-SAT1 está destinado a realizar varios experimentos mientras está en órbita, incluida la medición de la radiación cósmica alrededor de la Tierra.
“Nuestra tarea científica es vigilar esta radiación y medir el flujo de estas partículas y sus productos”, explicó el Dr. Meir Ariel, director del Centro de Nanosatélites de la TAU. “Hay que entender que el espacio es un entorno hostil, no solo para los humanos sino también para los sistemas electrónicos. Cuando estas partículas golpean a los astronautas o a los equipos electrónicos en el espacio, pueden causar daños importantes. La información científica recogida por nuestro satélite permitirá diseñar medios de protección para los astronautas y los sistemas espaciales”.
Para recoger los datos, la escuela construyó una estación de satélites en el tejado de su edificio de Ingeniería. Cuando el TAU-SAT1 pase sobre Israel en un radio de 1.000 kilómetros del alcance de recepción de la estación, las antenas seguirán la órbita del satélite y se producirá un proceso de transmisión de datos entre el satélite y la estación. Según el Dr. Ofer Amrani, director del Laboratorio de Satélites Miniatura de la Universidad de Tel Aviv, estas “transmisiones” tendrán lugar unas cuatro veces al día durante menos de 10 minutos cada vez.
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“Como no tiene motor, la trayectoria del nanosatélite se desvanecerá con el tiempo a causa del arrastre atmosférico, y finalmente se quemará en la atmósfera y volverá a nosotros como polvo de estrellas”, explica Amrani.
Añadió que “construimos la infraestructura para desarrollar el TAU-SAT1 por nuestra cuenta: desde las salas blancas, pasando por las diversas instalaciones de prueba, como la cámara de vacío térmico, hasta la estación de recepción y transmisión que colocamos en el techo”.
Los investigadores de la TAU ya están apuntando a su próximo objetivo: TAU-SAT2.
“La idea es que cualquier investigador y cualquier estudiante, de cualquier escuela de la Universidad de Tel Aviv, o de fuera de ella, pueda planificar y lanzar experimentos al espacio en el futuro, incluso sin ser un experto en el espacio”, explicó además Amrani.