El ambicioso proyecto ‘Artemis’ de la NASA tiene como objetivo devolver a los humanos a la Luna; establecer una presencia humana a largo plazo en ella; poner en marcha una economía lunar (basada en gran medida en la explotación de los recursos lunares), y establecer una infraestructura para apoyar una misión tripulada a Marte. La Nasa está trabajando junto con socios internacionales, incluyendo la ESA, JAXA, la UKSA y muchas empresas privadas.
La Nasa ha seleccionado ahora a la filial estadounidense de Nokia para desplegar una red 4G “ultracompacta, de baja potencia y sólida en el espacio” en la Luna para apoyar una pequeña presencia humana, con vistas a su posterior actualización a una red 5G. El contrato tiene un valor de 14,1 millones de dólares (10,9 millones de libras).
Nokia utilizará en su mayor parte tecnología ya disponible, como estaciones base 4G ligeras, adaptadas para “soportar las duras condiciones del lanzamiento y el alunizaje y para operar en las condiciones extremas del espacio”.
Según Nokia, el equipo de telecomunicaciones se instalará en la superficie mediante una tolva lunar controlada a distancia a finales de 2022. La tolva será construida por Intuitive Machines, una empresa de sistemas autónomos con sede en Texas.
“La red se autoconfigurará en el momento de su despliegue”, dijo Nokia en una declaración, explicando que la tecnología se utilizaría para proporcionar conectividad para “cualquier actividad que los astronautas necesiten llevar a cabo”, como las funciones de mando y control (incluido el control de voz); el control remoto de los vehículos lunares; la navegación en tiempo real; la transmisión de vídeo en alta definición y la transmisión en tiempo real de datos biométricos.
“Estamos construyendo la primera red de comunicaciones celulares en la Luna”, dijo el director técnico de Nokia, Marcus Weldon. “Las redes de comunicaciones confiables, resistentes y de alta capacidad serán clave para apoyar [una] presencia humana sostenible en la superficie lunar”.
14 empresas privadas han ganado contratos por valor de 370 millones de dólares (286 millones de libras esterlinas) de la Nasa para realizar varios servicios de tecnología “Tipping Point” como parte del proyecto Artemis, incluyendo I+D de propulsores criogénicos.
De las empresas, SpaceX recibió 53,2 millones de dólares (41,2 millones de libras) para demostrar la transferencia de 10 toneladas de oxígeno líquido entre los tanques de una nave espacial. SpaceX también está compitiendo con Blue Origin de Jeff Bezos para diseñar el módulo de aterrizaje lunar para el proyecto.