El Ministerio de Comunicaciones publicó el martes un proyecto de ley que revolucionaría la normativa sobre radiodifusión en Israel, modificando aspectos de la legislación sobre radiodifusión y actualizando la normativa que se aplica a los radiodifusores (proveedores de contenidos por cable, satélite e Internet) que operan en el mercado.
Las principales recomendaciones destacadas en el proyecto de ley:
Hacer que los grandes paguen por ello
El proyecto de ley propone la obligación de que las emisoras inviertan en la producción de contenidos originales israelíes. Esto significa que tanto las fuentes locales, como las internacionales (como las plataformas de streaming Netflix y Disney+), tendrían que reinsertar en la industria de producción local parte de los ingresos que obtienen por emitir en Israel.
La reforma se quedaría con un porcentaje relativo de sus ingresos procedentes de las cuotas de suscripción y de la publicidad, que se utilizaría para financiar “una oferta amplia y diversa de contenidos de calidad que expresen la lengua y la cultura israelíes en todos sus matices”, como dice el ministerio.
Esto difiere de la situación actual, en la que los proveedores de contenidos israelíes, como Partner-TV y Cellcom-TV, que emiten contenidos a través de Internet, no están obligados a invertir en producciones originales israelíes.
Para diversificar aún más la oferta de contenidos en Israel, el proyecto de ley también propone que un determinado porcentaje de la inversión en producciones locales se invierta en productores externos, es decir, en organizaciones que no son de la entidad financiadora.
Esto podría repercutir significativamente en la gama y la calidad de las producciones originales israelíes, que se unirían a las filas de anteriores éxitos internacionales israelíes como Fauda y Teherán.
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¿Difusión de noticias? Cualquiera podría hacerlo.
El proyecto de ley propone como norma general que cualquier emisora pueda emitir noticias si cumple ciertas condiciones mínimas, siempre que la creación de las noticias la realice una corporación separada del organismo emisor (para minimizar la parcialidad de las noticias y promover la independencia).
Además, las fuentes de noticias que vendan sus contenidos a los organismos de radiodifusión deben ofrecer su producto a todos a un precio justo y no discriminatorio, para evitar la exclusividad.
Los aficionados al deporte están de enhorabuena. Más competencia en la forma de ver sus competiciones favoritas
Para garantizar la accesibilidad de los contenidos deportivos de gran demanda o de relevancia nacional, se establecerá una lista de grandes eventos deportivos que las emisoras estarán obligadas a ofrecer a sus abonados, sin pago adicional. Se prohibirá la exclusividad de los contenidos deportivos, lo que permitirá una competencia leal entre las emisoras.
Además, el titular de los derechos de retransmisión deportiva que venda su producto a las emisoras estará obligado a ofrecerles los derechos de retransmisión en cualquier plataforma, incluidos los dispositivos móviles, lo que sería especialmente significativo para los soldados.
Una nueva y brillante autoridad de radiodifusión
Se crearía una nueva autoridad que sustituiría al Consejo del Cable y el Satélite y a la Segunda Autoridad de Televisión y Radio. Esta nueva autoridad se encargaría de regular todo el ámbito del suministro de contenidos audiovisuales al público, lo que se espera que disminuya la cantidad de interferencias reguladoras en la industria israelí de la radiodifusión.
La nueva autoridad se establecería como una unidad fiduciaria independiente en el Ministerio de Comunicaciones, y poseería una amplia visión del mercado y capacidades profesionales en los campos de la economía y la competencia.
Nuevo precio para los contenidos de la radiodifusión pública: ¡NOVENO GRATUITO! (más impuestos)
Los contenidos de la Corporación de Radiodifusión Pública de Israel (conocida como Kan) y del canal de la Knesset se ofrecerán a cualquier emisora israelí que quiera sus contenidos de forma gratuita, ya que el consumidor israelí ya ha pagado por ellos a través de los impuestos.
Tiempo de ajuste
Para mitigar parte del impacto de estos importantes cambios en el modelo económico del mercado de la radiodifusión, se establecería un periodo de transición en el que se mantendrían las antiguas normas sobre las emisiones por cable y satélite –las plataformas de streaming no estarían exentas, lo que indica que el Ministerio de Comunicaciones no quiere perder el tiempo recaudando de Netflix y Disney.
Al cabo de 3 años, se cancelaría la separación, aplicando las nuevas reglas a todo el mercado de la radiodifusión.
“Estamos dando un paso más en la regulación del mercado de la radiodifusión y su adaptación a la época actual”, dijo el ministro de Comunicaciones, Yoaz Hendel. “Después de muchos comités que han debatido la cuestión y muchos informes que han permanecido ‘en el cajón’ durante años, hoy avanzamos hacia la legislación”.