Según un nuevo estudio, se ha confirmado la curación de un quinto paciente con VIH tras recibir una terapia de trasplante de células madre.
El paciente en cuestión, un hombre alemán de 53 años tratado en Düsseldorf, recibió el trasplante en 2013 y dejó de tomar medicación antiviral en 2018, como se anunció en 2019. Sin embargo, hasta ahora, los investigadores no podían certificar formalmente que se había curado.
La revista académica Nature Medicine, que se ha sometido a una revisión por pares, publicó las conclusiones del estudio.
¿Cómo se trató el VIH?
Uno de los virus más conocidos del mundo es el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana).
El VIH ha conseguido propagarse por todo el mundo desde que se descubrió por primera vez en 1981, tras ser transferido inadvertidamente de primates no humanos, principalmente chimpancés, a humanos en África.
Las relaciones sexuales sin protección, las transfusiones de sangre contaminada, las agujas hipodérmicas contaminadas y la transmisión de la madre al feto durante el embarazo son las principales vías de propagación del virus.
Los síntomas reales del VIH son relativamente leves y a menudo difíciles de detectar. Sin embargo, la enfermedad debilita el sistema inmunitario con el tiempo, lo que provoca la aparición de otras numerosas enfermedades y afecciones crónicas.
Si no se trata, el VIH acabará evolucionando hacia el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), una inmunodeficiencia grave que ve el sistema inmunitario tan gravemente debilitado que puede provocar enfermedades que de otro modo no causarían síntomas en un sistema inmunitario sano.
Debido a la facilidad con la que se puede enfermar gravemente, el sida es una enfermedad especialmente peligrosa y ha matado a casi 40 millones de personas en todo el mundo hasta 2021, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Existen varias estrategias terapéuticas contra el VIH para controlar la infección, entre ellas impedir que el VIH avance y se convierta en sida. Desgraciadamente, no siempre es fácil: el VIH es conocido por su capacidad de permanecer latente en el organismo, sin ser visto ni por la medicina ni por el sistema inmunitario humano.
Además, no existe una cura permanente aprobada para la infección.
No obstante, algunas personas han experimentado curas del VIH.
Un trasplante de células madre ayudó al paciente de Düsseldorf, como a la mayoría de los demás casos, a recuperarse.
Sin embargo, el hecho de que unas pocas personas se hayan curado no significa necesariamente que ya exista una cura.
¿Por qué la cura del VIH es demasiado arriesgada para aplicarla a todo el mundo y cómo funcionó?
Aunque los trasplantes de células madre han demostrado ser muy prometedores en cuanto a sus posibles aplicaciones médicas, es crucial recordar que aún conllevan una serie de riesgos graves.
Los pacientes que reciben trasplantes de células madre son muy propensos a sufrir una serie de efectos secundarios graves, como sepsis, enfermedad venooclusiva, mucositis y diversos tipos de cáncer.
Además, existe la posibilidad de que la enfermedad que el trasplante de células madre debe tratar simplemente reaparezca. Según muchas estimaciones, las personas que han recibido un trasplante de células madre suelen tener una alta tasa de mortalidad debido a todos estos factores.
Esta es la razón por la que solo se aplica como tratamiento en las circunstancias más graves.
El VIH por sí mismo no constituye un caso extremo. Dado que también padecía leucemia mieloide aguda, el paciente de Düsseldorf se encontraba en una situación que requería un trasplante de células madre.
Ambas afecciones juntas eran suficientes para poner en riesgo el trasplante. Todos los pacientes que recibieron un trasplante de células madre y se curaron del VIH también padecían algún tipo de leucemia.
Sin embargo, una alteración genética del donante fue el único factor que hizo que el trasplante de células madre en estos pacientes fuera eficaz para curar el VIH.
Es bien sabido que la mutación CCR5 delta32 tiene propiedades que le permiten resistir al VIH. Esto es así porque el VIH puede infectar las células uniéndose a los receptores CCR5 del organismo. No podría hacerlo si estos receptores tuvieran una mutación.
Según el razonamiento, las células madre que contienen CCR5 delta32 podrían ayudar a alterar el sistema inmunitario del paciente para que pueda luchar contra el VIH.
Y, como indica el informe, tuvo éxito porque, incluso cuatro años después de dejar los medicamentos antivirales, no se encontró VIH en el paciente.
Sin embargo, este tratamiento no es en absoluto un remedio ampliamente aceptado debido a su peligrosidad, sobre todo si se tiene en cuenta que no hay garantías de que la leucemia no reaparezca sin más. De hecho, uno de los receptores de trasplantes de células madre que se había curado del VIH falleció cuando le reapareció la leucemia.
Curas del VIH en otros casos
También hay que mencionar que el VIH se ha tratado con éxito en otros casos sin necesidad de trasplante de células madre. En realidad, algunos parecieron ocurrir simplemente y sin causa.
Uno de estos casos se produjo en 2020 cuando, a pesar de no haber recibido ningún cuidado especial, una señora de San Francisco que vivía con el VIH desde 1992 parecía estar libre del virus.
Otro ejemplo que salió a la luz en 2022 fue el de una mujer argentina que, a pesar de someterse a una terapia escasa o nula, parecía estar libre del VIH.
En la conferencia SIDA 2022, el Dr. Javier Martínez-Picado, experto en la enfermedad, avanzó la hipótesis de que ciertas personas tienen un “extraordinario control de élite”, que de alguna manera les permite combatir por completo el VIH con su propio sistema inmunitario.
Este hecho, según Martínez-Picado, podría ayudar a allanar el camino para el descubrimiento de una cura del VIH.